Desde el punto de vista neurobiológico, la historia de “El príncipe rana” se relaciona con la presencia en la piel de algunos anfibios de una sustancia, la bufotenina, capaz de causar alucinaciones, ilusiones de vuelo, visiones de colores, luces y formas, un auténtico “viaje” si el animal es besado o chupado. La bufotenina se sintetiza también en algunos hongos, plantas y mamíferos pero es especialmente conocida en los anfibios.Sus efectos son comparables a los de la psilocibina, la mescalina (presente en los hongos chamánicos) o al LSD
Comentarios
La mescalina no está en hongos.