Robert Morris, de 64 años, fundador de una de las megaiglesias más grandes de Estados Unidos, abusó de la menor durante un periodo de cuatro años en Oklahoma, durante la década de 1980. La semana pasada, se declaró culpable de cinco cargos por actos lascivos o indecentes con una menor. El Tribunal del Condado de Osage, en Oklahoma, lo condenó a 10 años de prisión, aunque solo cumplirá seis meses tras las rejas gracias a un acuerdo con la fiscalía. También deberá registrarse como delincuente sexual y pagar una indemnización de 250.000 dólares.