The Economist se burla de Putin en su portada de esta semana colocándolo sobre un tanque, pero con esa pose de ‘macho man’ con la que ha aparecido en fotografías o situaciones montadas por el Kremlin. Nada del otro mundo. El presidente ruso no es el único dirigente del que se ha cachondeado la revista británica en sus portadas.
Comentarios
Putin le ha bajado las braguitas a la Merkel y le ha cambiado el color a Obama.
Me gusta más el New Yorker o está otra