Los calambres recorrían mi espalda. En la cabeza notaba un cosquilleo constante. Las manos me temblaban. El pulso se elevaba y descendía a su libre albedrío. Los pinchazo en la nuca se volvían insoportables. Ya no podía aguantar mas. El estado en el que me encontraba era lamentable...
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#0 Tanto trabajo no cuesta darse cuenta de que o se puede enviar cosas de un blog sin parar, se vota SPAM y se sacan de la lista.