Otro producto comercial que podría estar en un museo, esta vez a cargo de la galardonada arquitecta Zaha Hadid, una iraquí que ha deconstruido buena parte del mundo, desde Bilbao a Cincinnati. Se trata de un grifo de baño de tres flujos, que posee unos controles sensibles al tacto, pero sobre todo un estilazo que elevará su precio a cotas insospechadas cuando salga a la venta.
Comentarios
ya ves, debe sacar un agua bueniiiiiisima... Oh Wait!
Mi grifo también es sensible al tacto... de hecho es a lo único que es sensible. Es mas, si no lo toco no sale agua.