Publicado hace 16 años por amsterdamer a blogs.elcorreodigital.com

Una gran obra puede estar a la vista y que, sin embargo, nadie la vea. Es lo que pasó con las pistas de Nazca durante siglos. Pedro de Cieza de León vio en el siglo XVI "señales en algunas partes del desierto que circunda Nazca", pero la ciencia no las descubrió hasta que el hombre empezó a volar. Aunque se ven parcialmente desde las colinas próximas, los primeros en distinguirlas fueron pilotos militares y civiles peruanos, y arqueólogos como Toribio Mejía Xesspe, quien ya las investigó en 1927.

Comentarios

D

"Lo que se ha conservado por tantos siglos ahora está en peligro de borrarse. Las pampas son cruzadas por camiones que muelen la tierra compacta hasta convertirla en fino polvo que se levanta en altas columnas blancas producidas por los ventarrones, destruyéndose así el fondo sobre el que los dibujos pueden distinguirse", lamentaba en su día Reiche. La autopista panamericana cortó en los años 70 la cola del lagarto y, en los últimos treinta años, las rodadas de todoterrenos han destrozado también la del mono y la figura del pez.

Mierda.