Publicado hace 16 años por Escape a lamusaadormecida.blogspot.com

Todo sucedió en una noche fría del invierno del año pasado. Por alguna circunstancia, nos habíamos quedado con mi esposo en el garage de la casa, cuando en un instante, comencé a escuchar un llanto parecido al de un gatito, era intermitente, debido a que por momentos no se oía nada. La cuestión es, que no pude con mi curiosidad, entonces, me dirigí a la puerta de entrada, salí a la vereda con Felipe, mi perro batata, y ambos miramos por entre la reja, hacia un lado y a otro. Pero nada aparecía a la vista, hasta que en un momento, volví a sentir

Comentarios

mudito

Me ha gustado mucho la historia. Bien por Tincho.

carmeglez

preciosa historia! que suerte tuvieron todos de encontrarse y aumentar la familia!
hace poco leí: si los perros no van al cielo, yo quiero ir a donde vayan los perros...