Los expertos aseguran que la pornografía se vive en el cerebro como cualquier otro estimulante. Viaja a través de los ojos, las imágenes atraviesan el iris y producen una liberación de una sustancia química llamada dopamina, que activa principalmente el deseo y la motivación. Cuando se consumen drogas, alcohol o pornografía, el cerebro se sobrecarga de dopamina y a medida que se va consumiendo material porno, el cerebro se acostumbra a altas cantidades de ella.
Comentarios
Yo ya lo sé.
#1 no, no, se dice así: "sho sha lo sé"
#2 Se dice "sho sha lo sé, la reconcha de la lora"
#1 jajajaj
#1 Sos un enfermo loco, mirá el video está rebueno, es tu peor pesadilla StopPorn dise
#9 Imposible, tengo muchos porno pendiente de ver.
#10 Tú verás loco, te jodés las conexiones neuronales, no es una joda ¿viste?
#9 Gracias, ahora leo todos los comentarios en argentino.
Yo antes veía porno, pero con un poco de esfuerzo y fuerza de voluntad he conseguido dejar de hacerlo y ahora solo me masturbo compulsivamente contemplando el majestuoso cielo nocturno, 12 horas de noche son una bendicion y en invierno puedes gozarlo.
#13 También puedes ir a los hipermercados y observar los traseros de señoras que se agachan a coger cosas de mucho peso y gimen mientras lo meten en el carro, pedirle cosas en lo alto de las estanterías a las chicas del decathlon, mirar por los escaparates de los gimnasios femeninos, hacerte masajista en una asociación de espondiliticos, refregarte un hora punta en el metro ... hay muchas alternativas al porno, todas ellas válidas para darse placer.
Etiqueta "stop porn"
A la mierdaaaaa!
#3 Pero mirá el video loco, está rebueno
Lo sano es contenerse y la castidad o mejor aun meterse a cura , que puede salir mal cuando intentas negar la naturaleza, Contra natura , hay algunos que si son expertos.
Yo con ese acento argentino del titular me he puesto a mil. ¿Soy adicto?
Deben ser las cookies pero me empiezan a saltar anuncios de chicas ucranianas, rusas, ...
Supongo que en el momento que te has pasado el youporn y vuelves a empezar con la otra mano.
Lo que es evidente no precisa de grandes demostraciones. Eso es para las afirmaciones extraordinarias, lo que no es el caso.