Cascos y otros foristas descalificaron casi cada día de campaña a la candidata del PP, reavivando su relación con el 11-M o pintándola como incapaz, pelota y sumisa
Francisco Alvarez Cascos es un oportunista ególatra sediento de poder. Dejó el PP porque allí no tenía opciones de convertirse en presidente de Asturias y hará lo que sea para conseguirlo.
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Francisco Alvarez Cascos es un oportunista ególatra sediento de poder. Dejó el PP porque allí no tenía opciones de convertirse en presidente de Asturias y hará lo que sea para conseguirlo.
La hemeroteca se la sopla.