Los trabajadores de las cajas de ahorros están viviendo un momento muy delicado. A las incertidumbres provocadas por los ajustes de personal y a la presión por sacar el negocio adelante en un entorno económico muy adverso, deben sumar una nueva preocupación: las agresiones físicas por parte de clientes.
Obviamente para eso les pagan, para dar la cara por los cerdos desvergonzados que desangran la calidad de vida del pueblo mientras se ahogan en abundancia derrochada. No me extraña, siempre a sido así...
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Obviamente para eso les pagan, para dar la cara por los cerdos desvergonzados que desangran la calidad de vida del pueblo mientras se ahogan en abundancia derrochada. No me extraña, siempre a sido así...