Hace 14 años | Por jbad12 a diaridegirona.cat
Publicado hace 14 años por jbad12 a diaridegirona.cat

La investigación realizada por dos bioquímicos, uno de los cuales es gerundense, ha permitido descubrir la existencia de un mecanismo antiinflamatorio que se produce dentro del cerebro y que puede llegar a ser muy útil para futuros tratamientos de las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o las degenerativas como el Alzheimer, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o el Parkinson. TRADUCCIÓN EN COMENTARIOS

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jbad12

Un bioquímico gerundense descubre un mecanismo antiinflamatorio dentro del cerebro

El estudio establece la base para futuros tratamientos de las enfermedades neurodegenerativas o autoinmunes

GIRONA-SAN DIEGO (CALIFORNIA) La investigación realizada por dos bioquímicos, uno de los cuales es gerundense, ha permitido descubrir la existencia de un mecanismo antiinflamatorio que se produce dentro del cerebro y que puede llegar a ser muy útil para futuros tratamientos de las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o las degenerativas como el Alzheimer, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o el Parkinson.

Los coautores de este estudio son, Jordi Serrats, de Girona, y la estadounidense Jennifer C. Schiltz de l'Institute Salk de La Jolla (San Diego- Estats Units). Durante más de cinco años Serrats y Schiltz han estado bajo la dirección del jefe del laboratorio de Estructura y Función Neuronal, Paul E. Sawchenko, y han contado con la colaboración de varias personas para completar sus estudios. Los resultados y las conclusiones del trabajo realizado de manera conjunta entre Serrats y Schiltz han sido publicados en el último número de la prestigiosa revista de investigación biomédica, Neuron, con fecha del 14 de enero pasado.

Este laboratorio del Salk centra sus estudios en entender cómo las personas responden y se adaptan a situaciones emocionales y fisiológicas-de estrés o estado de enfermedad-. Estos estados generan una actividad dentro del cerebro-activan el sistema de respuesta al estrés-para regular y preparar el cuerpo. Las encargadas de hacerlo son unas hormonas llamadas glucocorticoides-la liberación de las cuales se controla por el hipotálamo (área del sistema nervioso central) - y que tienen una capacidad muy elevada para reducir las manifestaciones de la inflamación.

Ahora bien, el descubrimiento recae sobre un tipo de células específicas del cerebro llamadas macrófagos, que forman parte de los vasos sanguíneos y que provienen originariamente de la médula ósea.

Se ha comprobado con este estudio que estas células tienen una propiedad antiinflamatoria y que son las encargadas de mantener las glucocorticoides dentro de los límites fisiológicos.

Estrés, reacción y regulación

Tal y como explicó Serrats "es en momentos de estrés cuando los niveles de glucocorticoides en la sangre aumentan y hay una reacción del cuerpo", porque, de hecho, el cuerpo "está acostumbrado a tener niveles bajos de estas hormonas" , añadió asegurando que los problemas aparecen cuando "estos niveles son siempre altos". Aparte de esta función, Serrats amplió que los macrófagos del cerebro tienen otra: la de ser células suficientes y necesarias para que el cerebro organice la respuesta del cuerpo a infecciones tanto víricas como bacterianas.

La relación existente entre el descubrimiento de estos mecanismos antiinflamatorios y las enfermedades degenerativas y autoinmunes es que la aparición de estas dolencias está directamente vinculada con un descontrol en la secreción de las hormonas que reducen las inflamaciones. Por tanto, el descubrimiento de este joven gerundense abre las puertas a futuros tratamientos específicos destinados a enfermedades como la esclerosis múltiple, el Alzheimer, el Parkinson, la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), entre otros.

Además, según explicó Serrats, una de las ventajas de este hallazgo es la accesibilidad con que se pueden obtener los macrófagos. Al tratarse de células troncales adultas "se pueden manipular fuera del paciente y pueden estimular aún más su capacidad antiinflamatoria", añadió. El siguiente paso, una vez incrementada su propiedad, es reintroducirlas al paciente a través de un transplante de médula ósea.

Bea9965

Creo que todos esperamos que esto sea una realidad muy inmediata.
¡Enhorabuena a los investigadores!