No es sencillo encontrar a una persona que no haya ido al juzgado en alguna ocasión por un accidente de tráfico, un conflicto laboral, un divorcio, a realizar cualquier gestión o a declarar en un juicio. El trato que recibe el ciudadano en esas situaciones a menudo no solo es burocrático y frío, sino, en ocasiones, hasta despectivo. La justicia es un servicio público más, pero sigue apareciendo como el más trasnochado y deshumanizado tras 30 años de democracia e innumerables promesas de modernización.
Comentarios
Uy, lo he meneado sin mirarlo mucho, pero luego me he encontrado con La cara poco humana de la justicia
La cara poco humana de la justicia
elpais.com