Lo llaman el «Kissinger árabe», pero Hamad bin Khalifa al-Thani, el monarca de Qatar, es mucho más que un sagaz diplomático de las arenas. Es el dueño de la cadena de televisión por cable Al Yasira, la más influyente en el orbe musulmán y una de las más importantes del mundo. Su Fondo Soberano controla los hoteles de lujo en Europa, y ha tomado posiciones estratégicas en la banca occidental, la distribución y el deporte.
Comentarios
Huy... pensé que era un cura de Sevilla conocido por dar sermones en una basílica que alberga una talla de Juan de Mesa 1620
Si le vemos la cara, es que es un pringao. Los auténticos amos de la Cueva Global de Alí-Babá ni tienen nombre ni tienen rostro.