El modelo instaurado por el exbarón del PP aboca al ‘crash‘ a los municipios. La comida con la que cientos de empleados de la Diputación de Ourense expresaron hace unos días su agradecimiento al exbarón del PP gallego no era, en realidad, más que la resaca del baltarismo. En ese encuentro con “sus” empleados, un exultante José Luis Baltar recuperó el trombón, reivindicó de nuevo el caciquismo y caldeó el ambiente, pero su modelo de gestión (la larga fiesta de los empleos) estaba ya descomponiéndose.
Comentarios
Baltar es lo peor que le pudo pasar a esta provincia en mucho tiempo. Por culpa de él, la gente lo copió como modelo de "éxito" y todos empezaron a realizar lo mismo que él. Todo en Ourense está corrupto por culpa de Baltar. La gente copió su modelo erróneamente. Es una pena, que los modelos de éxito sea la corrupción. Ese es el peor mal de todos, el psicológico. La gente se vuelve desconfiada por miedo a que, al no ser pelota, la echen o no la coloquen, nadie piensa en conseguir un trabajo por méritos, porque todos buscan ser enchufados, como es la tradición gracias al barón corrupto del PP. La sociedad lo está pagando.
Las diputaciones solo valen para promover el caciquismo,enchufismo,amiguismo......La de Ourense es la prueba mas palpable de todo eso.
Para los que olvidaron quien es Baltar
Indefendible.
Non foi sen tempo.