Hace 10 años | Por Esteban_Rosador a blogs.publico.es
Publicado hace 10 años por Esteban_Rosador a blogs.publico.es

El mayor impuesto lo paga España y sus habitantes a la Santa Madre por disfrutar de dicha primacía de la Iglesia Católica en España no es cuantificable. Ese impuesto intangible se traduce en leyes que le otorgan mucho más poder, como la LOMCE, recientemente aprobada y que ha vuelto a catequizar nuestra enseñanza. O como la reforma de la Ley del Aborto, que nos llevará previsiblemente en breve hasta un tiempo anterior al que legalizó alguna de dichas prácticas en 1985.

Comentarios

Esteban_Rosador

#3

1.- Cuando se paga con dinero público el sueldo de los catequistas elegidos por los obispos.

2.- Cuando se permite a los católicos que el dinero del IRPF, que es de todos, se entregue a los obispos.

3.- Cuando cuando se pagan sueldos con dinero público a los capellanes de los hospitales.

D

#4
2.- Cuando se permite a los católicos que el dinero del IRPF, que es de todos, se entregue a los obispos

Mis impuestos no son tus impuestos, yo pago los míos y tú los tuyos. Lo que yo pago de IRPF es de MI DINERO, no el tuyo.

Esteban_Rosador

#5 Pues te equivocas. Los impuestos que se pagan son de todos, es dinero del erario. Los católicos tienen el privilegio de decidir que una parte de este dinero se dedique a financiar el culto católico.

Si quieres pagar tus creencias, hazlo con tu dinero.

D

#6 impuesto eclesiástico ya!

Cehona

#5 Además de contribuir con mis impuestos a la restauración de su patrimonio, me cobran la entrada. Como en la Catedral de Toledo.

D

#7 y el cobro lo meten como donación, donación obligatoria que no tributa.

Esteban_Rosador

Cualquier español es libre de acudir a la eucaristía cada domingo o en fiestas de guardar, pero también tendríamos que librarnos el resto de comulgar necesariamente, durante todo el año, con sus ruedas de molino.


Amén

D

#1 A ver dinos tres ejemplos en los que tu te veas obligado a comulgar con ruedas de molino.

D

Ya estan los becarios de publico otra vez. Dios que cansinos!