Daniil Korotkikh, un joven ruso de 13 años, caminaba con sus padres por una playa cuando vio algo brillante tirado en la arena. "Vi que era una botella, y me acerqué porque me parecía interesante", dijo Korotkikh. "Parecía una botella de cerveza alemana con un tapón de cerámica, pero al observarla más de cerca, me di cuenta que llevaba un mensaje en su interior".
Cómo no, dos niños han sido los que intercambiaban ilusión. Si hubiera llegado a los pies de un adulto igual había vuelto a navegar de una patadita jaja
"Mi nombre es Frank y tengo cinco años", lee el texto. "Mi padre y yo viajamos en un barco a Dinamarca. Si usted encuentra esta carta, por favor, escriba de nuevo a mí, y yo le escribiré de nuevo a usted".
Y en la esquina superior de la carta, la fecha: 7 de septiembre de 1987.
#2 Desde luego. El que la lanza viaja (su mensaje) al futuro; el chico que la encontró ni siquiera había nacido (no estaba ni en proyecto) cuando fue arrojada al mar. Y el que la encuentra viaja al pasado al leer el mensaje que trae la botella.
Comentarios
Cómo no, dos niños han sido los que intercambiaban ilusión. Si hubiera llegado a los pies de un adulto igual había vuelto a navegar de una patadita jaja
#3 ¿Y quién nos dice que no llegó y ni se plantearon abrirla?
¿Como estos?
"Mi nombre es Frank y tengo cinco años", lee el texto. "Mi padre y yo viajamos en un barco a Dinamarca. Si usted encuentra esta carta, por favor, escriba de nuevo a mí, y yo le escribiré de nuevo a usted".
Y en la esquina superior de la carta, la fecha: 7 de septiembre de 1987.
Sin duda un viaje en el tiempo...tiene que molar.
#2 Desde luego. El que la lanza viaja (su mensaje) al futuro; el chico que la encontró ni siquiera había nacido (no estaba ni en proyecto) cuando fue arrojada al mar. Y el que la encuentra viaja al pasado al leer el mensaje que trae la botella.
¿Wilson?