El equipo de restauradores del la iglesia de Stratford-upon-Avon, donde se encuentra enterrado William Shakespeare, restaurará la tumba, pese a que una "maldición" pesa sobre ella. La lápida del dramaturgo inglés lleva inscrita los siguientes versos: "Bendecido sea el hombre que no moleste estas piedras/Y que la maldición esté en el que mueva estos huesos".
Aún así, los arquitectos se han apresurado a comunicar a través de un portavoz que nadie tocará los restos del escritor y que se limitarán a reparar la lápida y así "evitar la maldición".
Comentarios
¿Ahora creemos en maldiciones?
Aún así, los arquitectos se han apresurado a comunicar a través de un portavoz que nadie tocará los restos del escritor y que se limitarán a reparar la lápida y así "evitar la maldición".
De nuevo, un caso para Superm... ehm... Friker Jiménez!