Esto del mercado es como los toros, que diría Jesulín: "O te quitas tú o te quita el toro. !Eje¡".
Esto del mercado es como los toros, que diría Jesulín: "O te quitas tú o te quita el toro. !Eje¡".
Desconocía que en la UE estuviera prohibido el Ariel y el Dixan y la Lejía Conejo. ¡Joder cómo avanza la legislación comunitaria!
No son las mejores. Por ejemplo, no aparece Lehman Brothers.
Saben aquel que dice que va un hombre, se levanta, se la ve y grita: ¡Cariño, ¿aprovechas o voy a mear?!
Como decía este verano el uncle Toni (Nadal), acaso se puede presumir por ser el mejor del mundo jugando al escondite. Pues eso, pero con pelotas.
Australia ejerce un magnetismo especial sobre quienes estamos enamorados de la aventura. Quizá por eso, de algún modo, todos cuantos tenemos espíritu aventurero ya la hemos explorado con nuestra imaginación, recorriendo en nuestros sueños lugares emblemáticos como la barrera de coral, las míticas Ayers Rock y The Olgas o el desierto de Tanami, uno de los parajes más áridos y aislados de la Tierra. Por tanto, cuando dentro de unas horas suba al avión que me llevará a Australia, estaré volando hacia esos paisajes soñados.
Yo si fuera artista estaría encantado de que prohibieran mi obra. Además de reputación, es un marketing de cojones. El Jueves lo supo entender a las mil maravillas. Desde luego en este país o hay mucho tonto prohibiendo o tenemos unos publicistas extraordinarios.