Es la misma formulación propagandística que ha sido utilizada durante décadas en Occidente para equiparar la oposición al militarismo con alguna forma de deslealtad o traición: si te opones a la confrontación militar contra un adversario extranjero o abogas por tener mejores relaciones con él, eres acusado de albergar una secreta simpatía o incluso un apoyo a esos líderes extranjeros, y eres a menudo sospechoso de ser una activo "colaborador" (o "marioneta") de ellos.
Los vecinos de los acusados de una violación múltiple en San Fermín opinan que son “buenísimos” y “seguro que no han hecho nada”. Pedro Sánchez llora como una mujer, un asesino se nos presenta como un “polifacético periodista” y los titulares sobre las olímpicas de Rio 2016 se convierten en un desfile de “buenorras”.
El columnista ha calificado como "engañoso" y como "un ataque a las bases del periodismo" el resumen que el medio británico publicó sobre una entrevista que el diario La Reppublica realizó a Assange.
El propio video final de la campaña de Trump declaraba que lucharía contra la "estructura de poder global responsable de las decisiones económicas que han robado a nuestra clase trabajadora, despojado a nuestro país de su riqueza y puesto ese dinero en los bolsillos de un puñado de grandes corporaciones ". Pero eso era entonces. Como dijo Anthony Scaramucci, gestor de fondos de riesgo y alto consejero de Trump, así como ex-banquero de Goldman Sachs: "Creo que las intrigas contra los banqueros han terminado".
Sobre la productora y presentadora de DemocracyNow!, Amy Goodman, pesa una orden de arresto emitida por el estado de Dakota del Norte, por la cobertura que la periodista realizó sobre una protesta de Nativos Americanos contra la construcción de un oleoducto.