No hace falta ir tan lejos ni apuntar tan algo. El exdelegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Almería, vivía en Macael (de donde era exalcalde) y el chófer oficial tenía que ir a por él cada mañana y volverlo a llevar cada tarde/noche porque el hombre quería seguir viviendo en su casa.
La segunda parte de la gracia está en que hubo que contratar un segundo chófer porque el primero a la altura del día 20 había hecho todas las horas posibles.
Después de ver y vivir aquello, me pregunté cuantas mamandurrias de esas habría repartidas por este país.
Espero que esto no se aproveche para dar un pucherazo, vistos los vientos que les pueden correr a algunos.