Está claro que no se pueden anteponer los intereses privados de 45 millones de personas sobre el legítimo derecho de forrarse hasta las orejas de unos pocos oligarcas.
Curiosamente parece que no les afectó el cierre de la plaza a cualquier ciudadano desde las 18:30 hasta esta mañana.
Supongo que los maderos consumieron de todo en los comercios de Sol.
Y los pueblos berreando en las calles contra los recortes en el estado del bienestar, o no sé qué...
¡No se dan cuenta de lo que es realmente importantísimo!