#74 Todas esas crisis de Inflación-Depresión han sido estudiadas milímetro a, milímetro con el auxilio de las matemáticas y de variadas teorías económicas, y siempre hay economistas que convergen en las más abstrusas interpretaciones, como quien se encuentra ante un dogma de dos tenazas, imposible de entender.
No es tan impenetrable el misterio. Lo que se esconde detrás de él es una determinada manera de
planear y manipular la economía ("macroeconomía") desde las altas cúpulas internacionales, las cuales crecen más a costa del empobrecimiento organizado.
#198 En los últimos cien años la Ciencia y la técnica han evolucionado más que en varios milenios
anteriores. Ambas brindan a la economía enormes y variados recursos para explotar las riquezas
naturales, y han multiplicado el poder de producción de cada hombre económicamente activo. Por su
parte, la ciencia económica ha acumulado en los últimos doscientos años más sabiduría que en los dos
milenios anteriores. Sin embargo, en el presente siglo ni siquiera garantiza la conservación del valor adquisitivo de miles de millones de habitantes del mundo. Siguen ocurriendo, cíclicamente, periodos en que se reduce el poder adquisitivo de pueblos enteros, así sean del primero, del segundo o del tercer mundo.
Todos los países sufren, de tiempo en tiempo, el fenómeno empobrecedor de la Inflación o el otro
extremo de la tenaza, llamado Deflación (recesión).
Ahora bien, lo que los pueblos pierden en su poder adquisitivo no se va a Saturno, ni se esfuma por un fenómeno sobrenatural. (“Nada se crea, nada se acaba, todo se transforma"). Parte de lo que los
pueblos pierden cíclicamente con la tenaza Inflación-Deflación va a parar a manos de la cúpula
financiera internacional.
A ese poder económico-político se le puede llamar Supracapitalismo. Es un poder que va mucho más
allá de la usura. No es propiamente la esencia del capitalismo (que sencillamente requiere de propiedad privada, producción, utilidad y libre competencia), sino que opera por encima de estos fenómenos para manipularlos. Y su móvil no es desde luego la utilidad lícita, ni la usura desbocada -aunque se valga de ésta-, sino un propósito mesiánico de obtener poder en todas las áreas: políticas, ideológicas, filosóficas y educativas. Es decir, poder mundial...