Lo último de mi gato (tengo para contar 12 años de gato) es que cuando me suena la alarma por las mañanas se va a mi puerta y empieza a maullar. Yo soy de las que dejan el despertador 5 minutos más, 5 minutos más... pero ya es imposible porque el cabrón maulla alto, claro y sin cesar. Me levanto, voy al wc, se viene detrás maullando. Voy a la cocina y el alarido se hace más intenso, le tengo que dar su paté para desayunar antes que ponerme a hacerme el desayuno o no me deja desayunar.
Puto gato, pero no lo cambiaría por nada
Cuando llegue Netflix los medios tradicionales llorarán.