En el tema de los curas pedófilos, siendo muy muy bien pensados, podríamos considerar que tratamos de enfermos mentales (una enfermedad que dada su particular frecuencia entre este colectivo, parece tener que ver con su forma de vida y creencias)
Ahora bien, cuando analizas el comportamiento de la organización a la que pertenecen cuando hay un nuevo caso, ocultando las pruebas, protegiendo a sus colegas, quitando importancia al asunto, atacando directamente a quienes lo investigan, etc. hay que descartar toda posibilidad de enfermedad, las organizaciones no pueden tener enfermedades mentales, quedando como única alternativa la comisión de un delito.
Deberíamos dejarnos de linchamientos en los medios que al final sólo quedan en eso, y empezar a pedir indemnizaciones a laorganización, ya no por el delito en sí(el abuso del menor), sino por su ocultamiento y falta de diligencia para prevenirlo, a sabiendas de que entre sus miembros es bastante frecuente. Sólo si hacemos a la organización responsable subsidiaria, pondrá medios para que esto deje de suceder.
No pueden envitar la añoranza de aquellos tiempos en los que lo del tiro en la nuca era su práctica habitual.
¡Malditos asesinos hijos de puta y maldito estado cómplice de mierda que no actúa contra ellos!