En un pueblo de Valencia, Torrent, pasó exactamente lo mismo no hace mucho. Acabaron expropiando y pagándole una pasta. Pero, el hombre también tuvo que tirar por la calle de enmedio y vallar, llamar a la prensa y montar el pitote. Esta país no va a golpe de justicia, sino de titular.
En Valencia esta noticia se va a recibir muy bien en todas las filas políticas, jejejeje