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Es muy fácil para el empleado de hacienda devolverle la jugada:
Coge el cubo con las monedas y hace como si las cuenta apuntando con el dedo a 10 o 20 monedas.
Entonces se vuelve hacia el capuyo y le dice: "Perdone, aquí faltan 200 euros"
El capuyo: "Pues no, están los 400 euros. Por favor cuéntelas bien."
El funcionario: "Yo he contado perfectamente. Váyase a ese rincón, vuelva a contarlas usted y verá que sólo hay la mitad. Creo que se le han perdido por el camino... ¡Siguiente!"
Y así le puede tener media mañana para pagar la multa hasta que le venga en paquetitos organizados o le pague en billetes.

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Venga... ahora todos a vuestra casetita hasta la próxima vez que os llame.
Y sin ladrar mucho, eh.

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Ah, bueno... pues si él se niega que no le investiguen ¿no?

Si es que las cosas cuando se piden con educación...

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Esperemos que los de Petilla de Aragón no sigan el ejemplo de Trebiño.

Firmado: un navarro