Pues yo sugiero que se celebre en nuestra región un encuentro extenso e intenso sobre soluciones a las que los países pueden comprometerse para reducir la intranquilidad de la ciudadanía ante los efectos indudables del nuevo clima y las formas de recuperar condiciones saludables de vida de la diversidad. Mi pueblo es muy pequeño, pero yo tengo una casa por si alguien quiere venir; Casar de Cáceres se llama.
Así es normal que la tendencia de un ordenador por cada dos alumnos se vaya transformando en dos ordenadores para cada tres alumnos. Ojo, que lo ideal no es un ordenador por alumno, que eso es educativamente pobre y alienante.