El problema de la Tierra es urgente, y, o tomamos medidas pronto, o la humanidad tal como la conocemos hoy se va al garete.
Así, a bote pronto, esta noticia me suena rara...
El salario mínimo es un voluntarismo: Como quiero que las cosas sean mejores, subo el salario y creo que con ello, arreglo todo por arte de magia.
Pues no.
Si subes el salario mínimo en España (es un decir) de 670 a 870 euros, solo consigues mandar al paro y/o a la economía sumergida a unos cuantos miles de personas. ¿Razón? Que muchos empleadores cuyo coste se fija en función del salario mínimo, ya no estarán dispuestos a pagarlo. Ejemplo típico, el régimen de las empleadas de hogar.
Si los abuelitos que tienen contratada una asistenta en casa por 670 euros/mes, más 175 de seguridad social, de repente se ven en la obligación legal de subirle el sueldo a 870 euros/mes (más 220 de seguridad social a su cargo), tienen dos alternativas:
1-Acoquinar y tirar palante... En ese caso, bien para la trabajadora, ciertamente.
2-Hacer cuentas y llegar a la conclusión de que esas cifras ya no pueden pagarlas, y, en tal caso, les quedan dos opciones:
a) Abandonar la contratación legal, y pasar a contratar empleadas en negro, con lo cual podrán fijar el salario que les parezca y se ahorrarán los doscientos y pico de seguridad social. Malo, malísimo, para la trabajadora.
o b)Despedirla y aguantarse sin asistenta. Malo, malísimo para la trabajadora.
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Siempre, siempre, pasa lo mismo cuando nos empeñamos en ponerles corsés al mercado. Quien lo paga es la parte más débil, por mucho que nos creamos que la estamos beneficiando.
No podemos ilegalizar a 200.000 tíos y esperar que no lo aprovechen para hacerse las víctimas ante su parroquia.
Mientras no entendamos esto no entenderemos nada. La única manera de vencerles es irles arrinconando socialmente hasta que se vuelvan irrelevantes.
En cambio, empeñarse en ilegalizarles y citarles día sí y día también en los periódicos, es la mejor manera de darles protagonismo.