Jeis

Muy buen aporte. La verdad es que no se mucho qué comentar, sólo que damos tantas cosas por sentadas... y cuando lees estas cosas no puedes evitar pensar que, muchas veces, nos quejamos por nada.

Jeis

#3 Si sólo fuesen los niños... ayer en una clase de 4t de carrera, mi compañera de al lado no paraba de jugar con uno

kumo

#7 ya, yo estoy considerando en imprimirme en 3D el mío que es como los conocí yo hace meses, antes de que Antena3 se hiciese eco de este grave problema nacional. Aunque a mi me gusta más el cubo que tiene en cada Cara fidgets diferentes.

Eso no tiene edad. No está pensado como para niños ni nada parecido.

#9 El puto cubo que mi compañero de trabajo anda buscando porque misteriosamente le ha desaparecido. 👹

LuSaifer

#11 Tu compañero sabe que se lo has requisado y te está haciendo un Gila.

#12 Seguramente.

Jeis

#15 Estamos hablando de una niña, un niño no se inventa estas cosas. Yo en un caso así dejaría que la policía hiciera su trabajo. Eso sí, yo dejo de tener un hermano o lo que sea, quién la hace tiene que pagarla, por muy familia que sea.

vktr

#24 Sí, un niño puede inventarse cosas, especialmente si cree que así va a satisfacer a los adultos que le preguntan. Por eso es tan importante interrogar a los niños correctamente porque si les presionamos podemos hacer que digan cualquier cosa. Y respecto a la pederastia ha habido no pocos casos de gente acusada injustamente debido a la paranoia de los padres y la mala praxis de los psicólogos que trataron al niño.

Recomiendo documentales como Capturing the Friedmans para entender de lo que hablo o incluso el más reciente Making a Murderer donde un chico es casi mentalmente sugestionado a confesar un asesinato. En el campo de la ficción está La Caza ( http://www.filmaffinity.com/es/film858945.html ) una película que narra un suceso así.

PD: Dicho esto en modo alguno estoy diciendo que lo de esta niña haya sido un invento, prefiero mantenerme al margen de consideraciones, simplemente que ponernos a linchar como perros rabiosos a alguien solo por lo que hemos leído u oído que ha hecho pues en fin, tristemente me parece humano pero en absoluto racional.

D

#131 Capturing the Friedmans, es un documental, para nada es un juicio, ni siquiera una investigación, y al final del metraje te sigue dejando con la duda de si fueron culpalbles o inocentes.

Making a Murderer, es otra serie documental donde se narra más bien la corrupción y el conflicto de intereses de los funionariso del condado. Aquí no hay niños que denuncian a adultos que les han violado, son tanto víctimas como supuestos prepretadores son adultos.

Y La Caza es una ficción.

Deja de sembrar sospecha e incertidumbre a esta notica.

vktr

#155 No siembro nada, en todo caso eres tu el que parece que ya tiene el veredicto hecho sin conocer las pruebas, simplemente es que hay que se prudente porque hay muchos casos de niños que han sido manipulados por adultos y que han acabado inventándose historias para complacerles. El caso de Capturing the Friedmans es absurdo por cuanto la historia que cuentan los niños es absurda fruto de la paranoia colectiva que en una sociedad como la norteamericana tan sobreprotectura puede ocurrir, y precisamente lo terrible del documental es eso si no hay certeza sobre algo no se puede condenar a nadie solo porque de golpe la paranoia de un pueblo haga que todos los niños te acusen de algo.

La Caza es una ficción que se basa precisamente en ese tipo de casos y es muy recomendable porque nos muestra ante el espejo como seres carentes de raciocinio cuando actúan nuestros prejuicios y en Making A Murderer se explica el caso de un chaval al cual la policía acaba haciendo confesar una violación y asesinato en el que jamás participó. Hay aún más casos sonados que me he dejado en el post podría añadire el documental Paradise Lost sobre los famosos 3 de Memphis cuyo caso también se construye a partir de declaraciones sonsacadas a un chico.

Lo que digo es que solo porque un niño diga una cosa eso no tiene porque ser considerado automáticamente como cierto. ¿Cómo se han conseguido esas confesiones? ¿Cómo se le interrogó? ¿Lo dijo espontanemanete o fue tras estarle presionando durante horas y casi poniéndole los hechos en su boca? Ese tipo de cosas son importantes y en la noticia no queda claro por tanto lo que deberíamos ser es prudentes antes de ponernos a linchar a alguien del que nada sabemos. Porque luego si resulta que lo absuelven por falta de pruebas muchos os echareis las manos a la cabeza sin entender porqué.

Canet

#204 Aqui obviamente, no hay pruebas que valgan, ya que ha pasado tiempo y todo sería subjetivo. Solo cabe esperar que el tipo confiese.

Lo que tú dices, podría suceder puntualmente, pero sería algo fácilmente desmontable. No que una cría diga algo así, que ha soportado durante años y en silencio.

vktr

#218 Ahí estriba la dificultad de juzgar estos casos porque si la única prueba es el testimonio de una persona, en este caso un niño, estamos jodidos. Tiene que haber alguna prueba material, algún testigo adicional, algo. Sino imagina la indefensión si alguien decide testificar contra ti y sin más acusarte de algo horrible. El problema de la manipulación de las confesiones es que no son tan fácilmente desmontables porque hay casos en los que se reconstruye un recuerdo falso de forma que la víctima se lo cree absolutamente. Pensemos que hay gente que cree con absoluta certeza que ha sido abducida por extraterrestres y eso en modo alguno prueba que los extraterrestres la hayan abducido. Neil De Graise Tyson siempre dice que cuando te abduzcan llévate algún visturí alienígena como prueba. Lo que viene a decir que, hacen falta pruebas materiales.

Jeis

Suerte que no ve Big bang Theory, sino ya habría encargado un Rajoy 2.0.

Battlestar

#10 No se yo, eh, a veces creo que es el 2.0. solo que no se nota la diferencia con el original.

Jeis

No se cuánto duran las cachés de google, pero por si acaso, dejo el mejor fragmento aquí: Y el nombre… “¿anónimo?”, pregunta. Exclama. “No tengo ningún problema en decir que el juez se llamaba Manuel Carrión Bracho”.

D

#10 Pongo la historia completa por si se perdiera:
La niña robada por un juez franquista
A Inés Franco la roba el mismo juez que firma la sentencia de muerte de su padre al que ahora, con 85 años, busca en una fosa común en Álora (Málaga), según denuncia. Cuando se queda viudo, le pidió que se casara con él.
01 Mayo 2017

JUAN MIGUEL BAQUERO
redaccion@lamarea.com

A la niña Inés la roba un juez franquista. El mismo que firma la sentencia de muerte de su padre. Se la quedó. Como una cosa más. Como las pocas propiedades de la familia. Inés Franco tenía cinco años. Ahora, con 85, busca los huesos de su padre en una fosa común en Álora (Málaga).

42 nombres y una orden: “Han de ser ejecutados en las primeras horas del día de mañana”. La sentencia, a la que ha tenido acceso La Marea, establece la secuencia. “El encargado del Depósito Municipal entregará a las fuerzas del Ejército Nacional a los reos que se encuentran a mi disposición”. Está firmada por “el Capitán Juez Militar”. Y así se cumple. De madrugada, el 5 de abril de 1937, caen muertos a balazos.



Los fascistas suman aquella noche un puñado de presos más a la ejecución. Las balas atraviesan la carne. Los rebeldes arrojan 60 cuerpos al agujero excavado en el castillo del pueblo. El objetivo queda sellado: silencio e impunidad.

Andrés yace inerte. Asesinado a sangre fría, cubierto de tierra. Sin juicio ni defensa. Solo un papel del Juzgado Militar de Álora. Inés queda huérfana. El relato trágico de su vida acaba de empezar. Es la historia reincidente de las víctimas del franquismo. Objetos de usar y tirar para un país, España, garante del olvido.

“Víctimas del terrorismo de Estado”

80 años tienen que pasar hasta que arranca la búsqueda de los restos óseos de Andrés. Y de José, Cristóbal, Antonio, Francisco, Alonso, Martín… La exhumación en el Castillo de Álora, a cargo de la Dirección General de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, busca “una gran fosa que apunta a una gran saca”, en palabras del director arqueológico de la intervención, Andrés Fernández.



Quizás un par de centenares de personas enterradas a casi metro y medio de profundidad. Entre ellos, Andrés Franco. Lo espera su hija, Inés, la niña robada por un juez franquista. Los padres de Inés eran un hijo de los cuchilleas y una hija de los moñigos. Familias conocidas en el pueblo. Su madre, María Arjona, fallecía en el año 34 y los golpistas siegan la vida de Andrés en el 37. El matrimonio deja tres huérfanos: Juan, José y la pequeña Inés.

“A mi abuelo lo mataron en la noche de los 60 fusilados”, relata Susana Cintado, hija de Inés y nieta de Andrés. Hija de niña robada y nieta de ejecutado. Son “víctimas del terrorismo de Estado”, dice sin tapujos. “El que pudo impedir su muerte era un magistrado fascista, pero no lo hizo”, cuenta.

A cambio, “se lleva a mi madre con él porque ese matrimonio no podía tener hijos”. El juez franquista se convierte “en su padre adoptivo”. Vivirán en Málaga, luego Barcelona. De paso, “se queda también con el pequeño patrimonio familiar, una casa y unas tierras”.

La historia de Inés da un giro truculento cuando el juez queda viudo. Arranca la década de los 50, España vive una dictadura que limpia los restos de sangre derramada y el padre adoptivo de Inés le dice “que está enamorado de ella”. Que deben casarse. “Mi madre le dice que es antinatural, que es su hija. Así se entera que es adoptada. Mi madre tendría 18 o 19 años”.

“Como no quiere casarse con él, la echa de casa”. Inés investiga y acaba por conocer el paradero de sus hermanos. “Con Juan se volvió a ver en 1968, en Holanda, y José se murió de leucemia en Canarias, nunca más lo volvió a ver”.

“Y que devuelvan a mi familia lo robado”

Inés Franco no regresa a Álora hasta el año 2013. “Y tenía miedo, pensaba que la iban a acusar por haberse ido con un fascista”, dice su hija. Inés arrastra la tragedia en su propio nombre. “Cuando la robó”, el juez no elimina los apellidos originales de la niña “pero coloca su apellido delante del resto”. E Inés Franco Arjona pasa a ser Inés Carrión Franco Arjona.

Con la apertura de la fosa aparece la opción de cerrar el duelo. De restañar la herida abierta una vida entera. “No sé si vamos a tener los restos exactos de mi abuelo en mis manos”, afirma Susana. “Casi que daría igual, quiero decir, si los sacan, lloraría a cualquiera de los que hay ahí”.

Cintado quiere lograr “un homenaje a las víctimas”, un informe histórico, una placa en el castillo que recuerde a los ejecutados “y que se le devuelva a mi familia lo robado”. Lucha contra la impunidad de los crímenes del franquismo. Llegará, dice, “hasta el final” del caso. Y el nombre… “¿anónimo?”, pregunta. Exclama. “No tengo ningún problema en decir que el juez se llamaba Manuel Carrión Bracho”.

Esteban_Rosador

#5 #7 #8 #9 #10 #15 #23 Ya funciona otra vez el enlace.