#10 los franceses tenian razon
#10 Totalmente de acuerdo. Pero ahora aún es peor, ya no hablan ni de programas, ni de propuestas ni de nada. Todo se basa en denigrar al contrario y convertirlos en enemigos en los corazones de sus votantes. Ya no necesitas venderles programas, propuestas, ideologías, todo se basa en que les votes para que no gobierne tu enemigo, llámese Pedro Sánchez, los villanos chavistas, los malvados separatistas, los proetarras, los españolazos, los comunistas, los fachas, los neoliberales, etc. Todo el marketing se basa en la polarización, o conmigo o contra mi, con el peligro que tiene eso para la sociedad o la democracia a la larga. Cualquier pacto o diálogo con el enemigo, después de la brasa que les has metido a tus votantes, será visto por ellos como una traición o una claudicación, con lo que estás acotando cualquier posible alianza, pacto o consenso postelectoral. Caldo de cultivo perfecto a medio plazo para los populismos de corte fascista. Y lo saben perfectamente pero les da igual, como las elecciones son dentro de cuatro meses, el político de turno, sea del partido que sea y son pocas las excepciones, solo piensa en su escaño, a ver si va a tener que volver a la universidad o volver a trabajar en la empresa privada después de veinte años con cincuenta y pico, o va a tener que volver a la oposición con lo que le gusta su despacho.
#15 Justo. Es algo que he comentado muchas veces. Al final todo se basa en crear tirria hacia el enemigo y que te provoque el suficiente repelús como para que te quedes con tu bando antiguo antes de caer en el "caos" de los otros. Y es muy fácil caer en ello
#39 ¿Ya te ha dado la paguita papi y vas por chuches? Recuerda no metértelas por la nariz, ¿eh?
Ánimo, que tú puedes. Cuba, Venezuela, Nietzsche, Darth Vader, Michael Knight... 
#37 ¿Por qué hablas raro? ¿Te está dando un ictus con el orégano vía napia?
Va, que aún te quedan nombres al azar: el Superintentende Vicente, Don Pantunflo, Ramoncín, Mozart... ¿Nada?
#39 ¿Ya te ha dado la paguita papi y vas por chuches? Recuerda no metértelas por la nariz, ¿eh?
Ánimo, que tú puedes. Cuba, Venezuela, Nietzsche, Darth Vader, Michael Knight...
Que sí, que ya sabemos que se acaba el estado de alarma.
Por cierto, qué ganas de salir de Madrid e ir a Galicia a comer un buen churrasco.
Ya era hora.
#35 Pero hombre, que si miras en Google seguro que encuentras más nombres al azar: Gengis Kan, Luis Pasteur, Van Gogh, Lucifer... ¿Nada? Venga, que es un euro más de paguita, y total, estando en paro no tienes nada mejor que hacer.
#37 ¿Por qué hablas raro? ¿Te está dando un ictus con el orégano vía napia?
Va, que aún te quedan nombres al azar: el Superintentende Vicente, Don Pantunflo, Ramoncín, Mozart... ¿Nada?
#39 ¿Ya te ha dado la paguita papi y vas por chuches? Recuerda no metértelas por la nariz, ¿eh?
Ánimo, que tú puedes. Cuba, Venezuela, Nietzsche, Darth Vader, Michael Knight...
#3 Primera falacia.
#8 Segunda falacia.
#10 Tercera falacia.
#16 Cuarta falacia.
#22 Quinta falacia.
#30 Sexta falacia.
#37 Séptima falacia.
#15 Octava falacia.
#19 Novena falacia.
Permiteme dos consejos. El primero, si no sabes de algo, escucha en lugar lugar de hablar. El segundo, deja Internet y ponte a leer.
#4 #6 Un partido político es una empresa, con sus objetivos empresariales, su marketing, su target, sus nichos especializados (colectivos minoritarios, modas varias, etc), con amados líderes, lameculistas y critiquistas, estrategias promocionales, promoción capitalista en redes sociales (propaganda, básicamente), impacto emocional para conseguir remover sentimientos y conseguir seguidores... Es imposible que se diferencien de un Jazztel cualquiera.
Dentro de eso, pues no es lo mismo un partido fascista y corrupto que uno que no lo es o intenta no serlo, desde luego. Ni las medidas tienen por qué ser igual de malas, pues no será lo mismo una ley redactada por Vox que una redactada por otro partido.
Pero, más allá de eso, son simples empresas con sus clientes. Y además sus estrategias de ventas son muy cortoplacistas por los períodos electorales.
Los partidos políticos no son un instrumento democrático, no son más que un escaparate capitalista de opciones políticas supuestamente diferenciadas, pero que están acotadas por las mismas reglas del juego del sistema de mercado al que pertenecen.