El resultado de las subcontratas se traduce claramente en trabajo precario y muy mal servicio a los usuarios, en este caso, más vulnerables.
Que un anciano que precisa ayuda en su domicilio haya sido atendido por treinta auxiliares distintas y sin respetar un mínimo de horarios me parece una barbaridad y, por supuesto, me parece que las trabajadoras ( muy pocos hombres hay) ) muy mal pagadas y valoradas.
No rotundo a las subcontratas y mucho menos en servicios sociales y sanidad pública.
A ver si ahora que hay denuncia formal el ayuntamiento toma cartas en el asunto para que el pobre animal no siga viviendo en esas condiciones y recatan también al resto de animales que dependen de este sujeto.