Yo no he ido nunca a Barcelona, pero he nacido y he vivido en Madrid practicamente toda mi vida, y cuando digo Madrid me refiero a la Comunidad de Madrid (he catado 4 ciudades), así que tengo experiencia de sobra de vivir de la zona más pija a la zona más chunga. Lo que probado todo pero siempre he encontrado mi hueco. Ahora vivo en Madrid capital y no han sido ni dos ni tres los que me han dicho que Barcelona es más bonito, con su parque de Gaudí y su ambiente creativo y europeo dan 100 vueltas a Madrid...
No lo dudo. Es posible que Barcelona me fascinara, pero, ¿hasta cuando? He vivido capitales de provincia y lo que peor llevaba, lo que me ponía de los nervios y me sacaba de mis casillas era, cada vez que abría la boca y comprobaban que no tenía el acento X del sitio en cuestión, el "Tú eres de Madrid, ¿no?" Ufff.... Siempre tenían que señalarte con el dedo, separarte del resto, identificarte como forastero. Si eso también pasa en Barcelona jamás podría considerarlo mi hogar como tampoco pude considerarlo en esas ciudades.
Madrid crea una relación de amor-odio con sus habitantes. Todos queremos salir de aquí, pero una vez fuera estamos deseando volver. Es el eterno malo conocido, pero te acaba haciendo suyo sin que te des cuenta, como un vicio.
#82 No te voy a negar nada de lo que has dicho y llamame nacional-madridista como dices, pero cada vez que he salido de aquí, estoyd eseando volver, y no porque quiera volver a mi casa (vivo en un piso compartido y he catado al menos 5 barrios diferentes), sino porque echo de menos lo que tengo aquí.
Soy una triste mileurista que flipa en colores si un finde puedo hace una escapada barata a Segovia. Hay días que la polución es insoportable, que el metro huele mal y es lento, que es una ciudad ruidosa por naturaleza y que parece atacada por una obsesión compulsiva de movimiento que no te deja parar quieto. Vale, es cierto.
Pero yo, tal cual ahora mismo, no la cambiaba por nada. Y por cierto, sé seguro que la bisabuela de mi bisabuela era madrileña, más atrás no lo sé. Mi madre odiaba Madrid y se fue a otra comunidad autónoma y no fui con ella. No pude soportarlo. Era angustiante. El mundo era diminuto en comparación. Cada uno busca algo diferente en cada sitio donde vive. Y si no es el lugar ideal habrá que tratar de adaptarse (donde fueres...) y no cerrarse en banda ("Esto no me gusta, no quiero no quiero no quiero!! ¡Me pongo azul!).