Leyendo en la prensa estos días las informaciones relacionadas con el ataque de una alimaña salvaje a una mujer en territorio de Cangas del Narcea, tuve la sensación de que algo raro nos está ocurriendo.
‘Chispa’, la perra de Proaza que unos visitantes llevaron al albergue de animales de Oviedo creyendo que estaba abandonada, ya está en casa con sus dueñas, las pequeñas Carmen y Lola. La familia tuvo que dar mil vueltas para conseguir recuperar a la perra, ya que el chip estaba a nombre de los dueños originales, de Gijón, que la habían abandonado.
Estas personas urbanitas, llegan a nuestros municipios de montaña, por lo tanto rurales, desconociendo nuestra cultura; se desplazan por las aldeas, no entendiendo la forma de vida de la Asturias rural, donde los animales transitan por los caminos a su libre albedrío, con esa libertad ancestral, que gracias a Dios no se perdió aún. Estas personas piensan en este caso que los perros están abandonados y sin encomendarse a nada ni a nadie ala los cogen y se los llevan sin más. Un perro es fácil de llevar. Por Loli GALLEGO
Nuevo brote de covid-19 en una residencia para mayores en Asturias. El geriátrico de Cimadevilla, en Gijón, ha registrado 22 casos positivos en su centro. En concreto se han contagiado 17 residentes y cinco trabajadores.
La última oferta de Illa es ampliar a 10 las reuniones y mantener el confinamiento autonómico salvo para ver a los más cercanos|Gobierno y comunidades acercan posiciones en la Interterritorial con el miedo a una tercera ola