Muchas de esas fotos son de Palestina, Bélgica, Ucrania o Siria, lugares (entre muchos otros) donde se están batiendo récords de temperaturas bajas este invierno.
¿Donde están los calentólogos? ¿Y donde está la prensa tan machacona cuando se trata de alarmar con las altas temperaturas?
La típica feminista amargada y amargante, eso sí, con un coño sagrado que le huele a fruta madura.
Lo peor del feminismo desbocado no ha sido que media humanidad acabe sintiéndose culpable por el hecho de haber nacido hombre, o que en España se hagan leyes según las cuales la palabra de alguien valga más dependiendo de si le cuelga o no algo entre las piernas, o que al final haya terminado transvestido en un neopuritanismo asfixiante. Lo peor del feminismo, os lo juro, es que ha terminado con el sentido del humor.
La autocensura a la hora de contar un chiste o de hacer un comentario es lo mismo que cualquier otra autocensura, por ejemplo la que se practicaba en este país durante el franquismo.
Y la pedantería de que esta tía no permita que cuenten un chiste de coños que huelen a pescado porque a ella el suyo le huele a fruta y vida y eso es menospreciarlo y favorecer sistemas patriarcales y bla bla, es pa suicidarse.