La que está montando Bibiana Aido
La que está montando Bibiana Aido
#2 no hay ningún dato histórico que haga pensar que tres etarras juntos planeen nuevos actos terroristas, a lo mejor es que estaban haciendo un trío.
Mobbing, all the people mobbing (Botoxrita se está volviendo muy moderna)
País machista por excelencia, como si Rajoy o Zapatero no llevarán cada día un traje nuevo de más de mil euros.
Estoy harto de los protagonismos de izquierda unida, parece que lo hagan adrede para que desaparezca totalmente engullida por el partido de centro derecha pxxe
No son terroristas, son personas que sufrieron el fascismo de Franco y la represión de Euskadi en la dictadura. Perdón, perdón, me informan de que no habían nacido cuando murió Franco. Vaya, que equivocado estaba, pues va a ser verdad que son unos asquerosos asesinos.
Al final no ha sido un despido, sino que todo ha sido un montaje de prisa-telecinco para dar publicidad al cambio de Paco González. Hay que reconocer que son buenos los tíos jodios.
Cotino, conocido miembro del opus dei, percibe cientos de miles de euros de las arcas del estado, en este asunto y otros varios, pero es un buen hombre, se confiesa todos los días, por lo que merece todo perdón.
Viva la libertad de expresión, como el PP no quiere que se vea la TV3, no le basta con no sintonizar ese canal ellos mismos, hace que nadie podamos ver esa televisión, pero si total la vemos dos pringaos en Valencia. ¿De qué tienen miedo?
La Plataforma de vecinos Salvem el Cabanyal (Salvemos el Cabañal) de la ciudad de Valencia acata la sentencia del Tribunal Supremo por la que da vía libre al proyecto de destrucción del barrio por parte del gobierno municipal de Rita Barberá, cosa que no quiere decir que Salvem el Cabanyal vaya a desaparecer, sino todo lo contrario.
El Ayuntamiento de Valencia pretende que los expropiados en el proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez se paguen la casa que les ofrecen de realojo. Encima de que les roban la casa, tienen que pagar una nueva casa. Inaúdito, estamos en el siglo XXI, y los gobernantes parecen de la época de Robin Hood.
Penoso y falto de rigor