Marx era un judío que abogaba por el ateísmo pero escribió un libro sobre el Diablo; abogaba por la dictadura del proletariado pero creía que el banco central de cada país debía ser manejado por la judería puesto que no podía ser de otra forma (como así se desprende de las cartas con su rabino); dejó preñada a la sirviente de Engels pero no se quiso hacer cargo de su hijo. ASÍ CON TODO.
Y la noticia del gas sarín encontrado en Turquía hace un par de día se quedó en menéanopia...