A raíz de una noticia en portada; aunque soy temperamental ante la injusticia, hace tiempo que recomiendo, y predico con el ejemplo, el evitar el conflicto directo, porque no sabes jamás con quién te estás cruzando.
Llamar a la policía o guardia civil es frustrante. Casi nunca vienen. Pero es mejor frustrarse un poco a tener un mal encuentro con consecuencias fatales.