El próximo jueves se cumplirán nueve años desde aquella famosísima ‘carta al director’ con la que una joven, Carolina Alguacil, puso nombre a la realidad de esa España que ‘iba bien’. El caso es que si bien era evidente entonces que en el Estado español las cosas no iban bien para el común, y que además estábamos cultivando el germen de la actual situación; al volver a leer aquella misiva, hasta se nos hace extraño que alguien tan joven se quejase en 2005 por cobrar solo “nine hundred and ninety seven euros” en su trabajo ‘fijo’.
Hace apenas diez días coincidía la difusión de dos encuestas sobre estimación de voto de los andaluces y la disparidad de sus resultados era tal que solo la ironía, con unas gotas, eso sí, de sarcasmo, permitía hacer comparaciones y aventurar conclusiones sin herir excesivamente el pundonor de los científicos sociales, de cuya ciencia, en fin, puede decirse aproximadamente lo mismo que se viene diciendo de la ciencia económica.