#148 He comentado el tema con mis hijas, me interesaba conocer su razonamiento... Porque son perfectamente capaces de razonar, claro... Algunas de sus frases...
- (A la pregunta de si son conscientes de que si le dan patadas a un bebé en la cabeza lo podrían matar)... Mamá, no somos tontas, tenemos mentes (mirándome con cara de "pero te has vuelto gilipollas o qué"
- Hombre, si se me cabe un bebé tengo un problema... Pero si hago eso, ni te cuento...
- No, claro que nunca lo haría, mamá, por dios, es una persona!!!
- Robar una chuche o algo así no tiene nada que ver. Es suficiente con pedir perdón. Obviamente, matar a alguien es algo mucho más grave...
Claro, tuve que explicarles que era un experimento, que no les preguntaba estas cosas porque pensara que se habían vuelto idiotas de repente, porque me miraban como si lo fuera yo...
#31 Pues yo no veo la contradicción entre todo eso que propones y la creencia en los Reyes Magos... O el Apalpador que tenemos en Galicia, o el ratoncito Pérez. El cerebro de los niños necesita un tiempo para aprender a distinguir lo real de lo irreal o mágico... Ellos mismos lo van construyendo... Y ellos mismos van dándose cuenta, comprendiendo la diferencia, cuando por madurez les toque, sin ningún trauma. Los niños creen en la magia, y es una etapa necesaria. No impide de ninguna manera (es más, a mi modo de ver, incluso la fomenta, desde el momento en que son ellos mismos los que dan el paso de decidir dejar de creer) construir pensamientos elaborados, científicos, o llámale como quieras. Sin presiones ni prisas.
Y no tiene por qué estar relacionado con la iglesia, ni adoctrinamiento, ni pamplinas varias. En mi casa no somos religiosos, mis hijas no están bautizadas, y salvo la mayor (que ya es adulta) no tienen claro ni quién es, supuestamente, el niño Jesús. No han pisado una iglesia en su vida, no saben lo que significa el concepto "rezar", ni han ido jamás a una clase de religión. Para ellas los reyes son unos magos que les traen regalos, y es algo mágico. Y la ilusión no tiene nada de malo, per se, y mucho menos para los niños. Y en el momento en que se dan cuenta de que no existen agradecen a sus padres todo lo que se lo han currado durante tantos años, y ven todo lo que los quieren. Bueno, en mi caso ya lo sabían Pero lo refuerzan...
Lo de la rapiña o no con los caramelos en las cabalgatas yo ya lo veo como una cuestión de educación. Por desgracia normalmente son los adultos los que se abalanzan, empujando a los niños, para rapiñar todo lo que pueden. Que a mí me da mucha vergüencita ajena. Pero ya digo, para mí es otro tema. No creo que tenga que ver ni con el pensamiento mágico ni con la religión. Es sólo falta de civismo.