Me sorprende ver tanta gente hablando de que era un enfermo mental sin tener acceso a su historial médico, no sabemos quien es, todo esto es pura especulación.
Es muy probable que este hombre sintiera de verdad gran ansiedad y sensación de estar perseguido, a mi parecer injustificable, por toda la cantidad de desinformación que circula por las redes.
Así como es probable que haya gente que considere a este hombre una víctima de esa supuesta persecución.
En España hemos tenido un caso en el que una madre ha secuestrado a sus hijos por miedo a que les vacunen.
La realidad es que hoy en día hay un sinfín de teorías entre las cuales hay adeptos que llegan a ser fanáticos de ellas. Y pongo por ejemplo ya no los antivacunas si no el asalto al capitolio y los QAnon.
Internet está lleno de plataformas muy turbias que sueltan un veneno muy peligroso como es la desinformación y manipulación. Y no solo internet, la TV da mucho espacio a estas teorías.
Estamos continuamente expuestos a tantas informaciones que es difícil a veces saber discernir.
No podemos tratar de enfermos mentales a gente que cae en estas teorías porque así banalizamos el peligro de la gente que está detrás de estas teorías.
Citando a Jordi Borràs: “Lo veo una victoria porque denunciar a un policía es muy difícil, y aquí un inspector de la Brigada de Información ha reconocido que me agredió por motivos ideológicos; pero una victoria total sería que no pueda seguir ejerciendo de policía”
Tal y como lo veo yo, mientras este personaje continue siendo policía me parece, de hecho, una derrota.