Cada ser vivo tiene su ADN único. Este determina lo que nos diferencia del resto. La técnica CRISPR puede corregir posibles defectos, nos brinda la capacidad de identificar y modificar cualquier pieza de ADN en cualquier tipo de célula u organismo. Las repercusiones sociales, éticas y científicas de los avances en ingeniería genética son, a día de hoy, incalculables.
L'Isma Juárez se infiltra en la primera manifestación sobre ruedas que se recuerda.
1Sonia oye el teléfono encima de la mesilla de noche pero no lo coge: está a punto de correrse y no quiere interrupciones. De todas maneras, la insistente cancioncilla del móvil ha conseguido alejar el anhelado orgasmo y Sonia levanta suavemente las caderas para sentir un poco más a su pareja, un chico que conoció esa misma noche en un pub de moda. Es guapo, joven y moreno. Puede que demasiado moreno y demasiado joven, pero ninguna de las dos cosas importa mucho para el caso. Hay otras que se cortan con los de veintipocos, pero es una chorrada. Si el Gobierno se los puede llevar a la guerra, también te los puedes llevar tú a la cama. Él se ha parado un momento, entretenido en pellizcarle con los dientes el lóbulo de una oreja, pero enseguida vuelve a moverse adelante y atrás. Si mantiene el ritmo un par de minutos, Sonia va a conseguirlo y va a ser un orgasmo de los buenos, como cuando era más joven y le daba escalofríos el solo hecho de que le desabotonaran la camisa. Sonia cierra los ojos y trata de olvidarse del teléfono, que suena otra vez. Tenía que haberlo apagado cuando volvió a casa, pero siempre se le olvida. Ya le falta poco, muy poco. El vientre se le tensa y ha sentido ya algún espasmo. Está muy cerca. Separa un poco más las piernas y arquea la espalda, ofreciendo los pechos, que él oprime inmediatamente entre sus manos, tal vez con demasiada vehemencia. Al final siempre le cuesta, siempre, y cuanto más se preocupa de superarlo, más difícil se le pone. Era mejor antes, cuando conseguía olvidarse de todo y simplemente disfrutaba de su cuerpo. —Espera, espera —susurra entre jadeos mientras deja de abrazarlo con las piernas para ponerse más cómoda. Él sonríe y la besa. Se detiene un momento, le recorre los costados con una larga caricia y vuelve a moverse sobre ella. Sonia echa atrás los brazos y los coloca bajo la nuca. Ahora se siente totalmente relajada y le gusta saberse objeto de deseo, instrumento para el placer ajeno. Piensa por un momento en ponerse ella encima pero abandona la idea enseguida, vencida por la pereza. El teléfono vuelve a sonar, y van ya tres veces en pocos minutos, pero Sonia sigue sin cogerlo. Ahora ya no le molesta: puede seguir sonando hasta que se canse o hasta que se le agote de una vez la puñetera batería. A los teléfonos sólo se les acaba la batería cuando hacen falta, pero nunca cuando incordian. Quien quiera que sea, que llame más tarde, o mañana. Además, ya no son horas de llamar por teléfono, como no se esté quemando la fábrica. Y si la fábrica está ardiendo, ¿qué va a hacer ella?, ¿animar a los bomberos? Quizás sea que ha saltado la alarma, pero si es así, que esperen o que vayan los de la empresa de seguridad a echar un vistazo, que para eso les paga. Ella nota que se entona de nuevo, que ya no tiene que fingir los jadeos, que cuando aprieta las nalgas las aprieta de verdad. Ya no es esa sensación de tibieza sin calor de otras veces, una especie de hondonada, de punto muerto del que no es capaz de salir. Por un momento temió que él acabase antes, pero no: está en el sitio justo y sigue moviéndose. El teléfono permanece en silencio, pero su amenaza es suficiente para que Sonia no consiga abandonarse del todo. Al final siempre le cuesta, siempre, y cuanto más se preocupa de superarlo, más difícil se le pone. A veces, irritada, acaba por desesperarse, pero esta vez sabe que va a llegar, que es cuestión de relajarse y esperar, de acelerar un poco el ritmo y apretarse contra él; le gusta sentir su torso, el vello de su pecho, su peso incluso presionándole el abdomen. Está muy cerca. Mucho. Flexiona las piernas en torno a la espalda de su pareja y lo aprieta, lo fija sobre ella. A él le excita ese abrazo y se acelera, como ella quería, como ella esperaba. Un breve campanilleo anunciando el mensaje de las llamadas perdidas aleja definitivamente a Sonia de su objetivo.2 —Que maravilla, chica —murmura él en su oído después de haberse saciado.. —A mí también me ha gustado mucho— dice ella justo antes de besarlo, esta vez con suavidad mientras mira tranquilamente sus ojos. Los ojos fueron lo que más la atrajeron cuando lo conoció y este es buen momento para darse el gusto de mirarlos tranquilamente. El mejor momento. La media hora siguiente la emplean en fumar un cigarro, acariciarse y decirse tonterías, las tonterías que se pueden decir dos perfectos desconocidos que acaban de proporcionarse el placer de un encuentro carnal sin pretensiones de futuro. Tiene que existir de veras el vínculo afectivo del placer, porque ambos sienten un agradable afecto por el otro, el suficiente para que las bromas y las caricias no sean fingidas. Con el blando sopor de una noche sin dormir, hablan de las figuritas que ella tiene por las estanterías, brujas de todas las formas y colores, un par de hadas, y media docena de búhos. También hay de un par de fotos de actores que dan pie a otra pequeña conversación sobre sus películas, de cuándo las fueron a ver o de por qué no las vieron nunca; de ahí derivan a la última película que consiguió arrastrarlos hasta el cine y lo bien que estaban los efectos generales, a los que nadie sabe por qué llaman especiales si se usan siempre. Por algún extraño vericueto desembocan en la música, en la curiosa coincidencia de sus gustos, en que no es tan curiosa si se han conocido en un pub, porque eso es lo que distingue a los pubs, y terminan hablando de si es la música la que atrae la gente o la gente que va al principio la que impone la música. Lo último fue el concierto que el Ayuntamiento ha programado y anunciado ya para las fiestas, pero esas cosas nunca dan para mucho. Cuando la conversación empieza a ser complicada, él decide irse. Tiene cosas que hacer y piensa pasar por casa a darse una ducha rápida y cambiarse de ropa. No le hace falta mirar el reloj para saber que es tarde. Se viste en silencio y coge a Sonia en brazos, desnuda todavía, para darle un último beso. Después de besarla la contempla con placer, como si fuera un trofeo y ella le sonríe, porque le gusta que la miren así. Le gusta sostener la ficción de que son algo más que conocidos ocasionales y las pequeñas bromas de enamorados ayudan a creer que la aventura puede repetirse. En esos momentos, como siempre, piensa que no sería mala idea, aunque luego, como otras veces, acabará por no pedirle el número de teléfono y darle una cifra equivocada en el suyo. Ella patalea divertida, pidiéndole sin mucha convicción que la suelte, y él se niega rotundamente, con el ceño fruncido. La ficción de rapto dura hasta que vuelve a sonar el teléfono y Sonia acude por fin a cogerlo. —Nos vemos —se despide él abriendo ya la puerta de la calle.33 Sonia responde al teléfono con tono irritado, y luego se calla durante un minuto entero, escuchando lo que le cuenta una voz neutra. Está desnuda en medio del pasillo y toda su piel palidece. —Voy para allá. Tardaré una hora, como mucho . A estas horas hay poco tráfico. Gracias. Sonia piensa que lo mejor sería darse una ducha antes de ir, pero no tiene tiempo. Comienza a vestirse a toda prisa reprimiendo las lágrimas mientras lucha en su interior por identificar y contener el sentimiento que se adueña de su ánimo. ¿Remordimiento? ¿Desesperación? ¿Cansancio? No consigue encontrarle nombre porque seguramente no lo tiene. Martín ha sufrido una crisis. La segunda en aquel mes. Una crisis nerviosa que lo ha puesto al borde del colapso, y los médicos creen que su presencia puede ayudar a apaciguarlo. Lo han sedado, por supuesto, pero si es posible, prefieren que ella esté a su lado cuando se vayan atenuando los efectos de la medicación. No pueden darle nada más fuerte de lo que le han dado, y le ruegan que acuda al hospital cuanto antes. Irá. Claro que irá. Se mira al espejo antes de salir y comprueba si lleva en el bolso las llaves del coche. No las había sacado. ¿Qué podía hacer con Martín? Martín es su novio, o su prometido. Lo había sido. O lo es aún. No lo sabe. Tres semanas antes de la fecha fijada para la boda no logró esquivar a un coche que venía adelantando en un cambio de rasante. Se salvó de milagro, pero quedó tetrapléjico. Desde entonces han pasado tres años y sigue en el hospital, alternado épocas de esperanza en los avances de la medicina con otras de rabia y depresión, como en los últimos meses. Él no había tenido la culpa. Iba tranquilamente por su carril, a la velocidad adecuada y con el cinturón de seguridad puesto. Él no había tenido culpa de nada. ¿Y ella? Tampoco. ¿Qué debía hacer? No puede dejarlo: cada vez que pensaba en ello se le rompía el corazón. Pero tampoco puede seguir a su lado, languideciendo juntos. Sonia tiene una vida, y poco a poco se había ido convenciendo de que hay dolores que no se pueden compartir. El dolor no se divide: sólo se multiplica, y dedicar la existencia a reflejar como un espejo el dolor de otro es un castigo propio de dioses griegos. Por robarnos el fuego, Prometeo, compartirás por toda la Eternidad el dolor de los que te rodeen. Esa podía haber sido la condena en vez de encadenarlo a una roca para que un águila le devorase a diario el hígado, que volvía a renovarse por la noche. ¿Sirve de algo que siga yendo a verle casi a diario? A él sí. A él le sirve de consuelo. ¿Y a ella? Sólo de castigo, pero sin culpa que expiar. Esas son las cosas que sólo se hacen por amor, y por amor lo haría eternamente. ¿Pero lo quiere aún? Lo quiso con toda el alma. Lloró días enteros después del accidente, y se quedó a su lado durante semanas. Día y noche... Pero luego había que continuar. Sacar adelante la empresa. Vivir, a pesar de todo. El heroísmo es más fácil cuando exige solamente el arranque de un momento. ¿Quién puede ser héroe a todas horas? ¿Lo quiere aún? Prefiere no hacerse esa pregunta. El amor es una planta delicada. Cuando lo resiste todo posiblemente no sea amor, sino una especie distinta. Lealtad, orgullo, tenacidad, sentido del deber.... Pero no amor. O quizás sea al revés y el suyo no fuese un verdadero amor. O tal vez ella no sea capaz de cultivar la clase de amor que sería necesario para un caso como el suyo. Mejor no hacerse esa pregunta. Al salir del ascensor y caminar hacia su plaza de aparcamiento siente una última reminiscencia de placer en el vientre y una leve punzada de dolor en las sienes. No ha dormido en toda la noche. Se lleva la mano a la frente y se masajea enérgicamente las cejas. Es mejor no pensar. Irá porque tiene que ir y ha pasado la noche con el chico moreno y joven porque quiso hacerlo. ¿Cual es mayor traición, decirle a Martín la verdad o no decírsela? No puede abandonarlo. No puede seguir así, tensando la cuerda de su mente, pero tampoco puede dejar de hacerlo. Se encuentra en un laberinto desde el que le dejan ver la vida exterior cuando quiere y del que puede salir en cualquier momento: un laberinto con ventanas sin rejas; un laberinto pintado con tiza en el suelo del que, para escapar, basta con la determinación de pisar un día cualquiera las líneas blancas. Pero no consigue hacerlo. No puede pisar esas rayas. No quiere seguir dentro, malgastando sus pasos en callejones sin salida ni se atreve a salir, abandonando a Martín, que quedó atrapado en él. A Sonia le gustaría tomar una decisión, pero las dos únicas posibles quedan más allá de sus fuerzas: no es capaz del sacrificio de renunciar al resto de su vida ni tampoco de la redención de romper con Martín definitivamente. —Ya veremos —se dice, como tantas y tantas veces, mientras pone en marcha el coche.
Aquí podéis encontrar todas las respuestas. Sólo un detalle que olvidé: si te han cedido ilegalmente a una administración pública, no pasarás a ser indefinido normal, sino indefinido no fijo. Esto significa que ocuparás el puesto mientras no se convoque una oposición para cubrirlo (o se amortice por necesidades organizativas, si bien la Administración deberá probar que es una amortización necesaria y no una represalia, y desde luego no podrá amortizar tu puesto y luego crear otro similar). Si alguien distinto de ti gana la oposición o se amortiza el puesto, te irás con una indemnización de 20 días de salario por año trabajado.
Artíciulo donde se reseñan partes del cuerpo humano que han permanecido durante la evolución y que no tienen actualmente un uso funcional
Hace unas tres semanas pedí un televisor en el Corte Ingles, ya que vi que estaba el que yo quería comprar con un 43% de descuento, un modelo de finales del año pasado a un precio muy bueno. El plazo de entrega era de 5 días, sin gastos de envío para Baleares, donde el envío suele ser muy caro. Me pareció todo razonable.Cuando llega el día que debe ser entregado no se entrega, entro al estado de mi pedido y veo que no está ni envíado, ni siquiera en preparación, solamente recibido. Intento ponerme en contacto varias veces por vía teléfonica y es imposible, me tienen en espera y cuelgan. Luego me entero que esas llamadas son de pago. Al no poderme poner en contacto por vía teléfonica envío un correo electrónico sin recibir contestación.Ya me estoy mosqueando, busco en google opiniones el corte inglés, a ver si me sale algo y encuentro una página donde cientos, de personas se están quejando de pedido que no llegan, pedidos que llegan mal, rotos, usados. Gente que lleva meses esperando sus compras sin poder contactar con nadie. www.elcorteingles.es" target="_blank" class="content-link external" style="color: rgb(227, 86, 20)">es.trustpilot.com/review/www.elcorteingles.esLuego entro en sus redes, facebook, twitter e Instagram donde hay miles de comentarios de gente afectada, cada post de El corte ingles tiene cientos de comentarios de personas reclamando sus pedidos y diciendo que no pueden contactar. Personas con su dinero retenido sin poder hacer nada, ni cancelar pedidos ni pedir devolución del dinero. Gente que ha recibido artículos en mal estado que no pueden devolver. Hay cientos de historais, algunas que dan mucha rabía.A través de esas quejas veo que la gente está empezando a compartir un grupo de facebook de afectados por el corte inglés, que cada vez tiene más usuario, donde la gente explica su nefasta experiencia con la tienda online. www.facebook.com/groups/545325763079169/" target="_blank" class="content-link external" style="color: rgb(227, 86, 20)">www.facebook.com/groups/545325763079169/El corte inglés como página entra al grupo y empieza a contestar a la gente, preguntadoles el número de pedido. A mi me llaman por la noche sobre las 22 y me dicen que enviarán la reclamación al departamento correspondiente. Al día siguiente sábado por la mañana me llaman y me dicen que el pedido está en reparto y que tendría que estar a punto de llegar. Luego me llaman al acabo de unas horas y me dicen que les sale que yo he contactado con la agencia para decirles que no se entregué el pedido. Les digo que nadie me ha contactado y me dicen que investigarán el caso. Me llamán otra vez al cabo de unas horas y me dicen que el pedido está preparado en almacén pero que no lo han envíado porque esperan a que haya más pedido a Menorca para enviarlo junto. Les digo que si va a tardar mucho no lo quiero y me dicen que no que tendría que salir la semana que viene.Hoy miércoles sigue el pedido igual, no puedo contactar, no me contestan mensajes por sus redes y no tengo ni idea de cuando llegará. Mucha gente dice que les marean uno o dos meses y luego les cancelan el pedido diciendo que no hay stock. Se quedan con tu dinero, no te entregan el producto y luego dicen que no hay stock, pero el producto sigue en su tienda online. Buena manera de tener un dinero sin intereses.En mi caso no es un problema grave, pero hay gente que se le ha estropeado la lavadora y no reciben la nueva, o gente que la recibe en mal estado, rota y no se la reparan ni se la recogen.Ahora se está hablando de hacer una denuncia colectiva, de momento se han presentado quejas a OCU y a confianza online. También se ha intentado poner en conocimiento de los medios informativos pero no se ha recibido respuesta.
En capítulos anteriores... acababa escribiendo al departamento de relaciones ejecutivas de Amazon la ristra de derechos que me estaban negando como consumidor, aquí lo tenéis:Amazon y su penosa gestión de la garantía de mi portátil: Me quedo sin portátil ni dinero (II)
Hace dos días se cumplieron 75 años de la muerte de Heinrich Himmler, el líder de la SS y uno de los hombres más poderosos del Tercer Reich. Fueron unos cuantos los nazis que acabaron suicidándose, tanto en los últimos días de la guerra, como en los siguientes e incluso alguno más de un año después. Este último fue el caso, por ejemplo, de Herman Göring, que se suicidó con cianuro el 5 de octubre de 1946 tras ser condenado a muerte en los juicios de Núremberg. Himmler también se suicidó con cianuro, aunque un par de semanas después [...]
El valle de Nand ha sido invadido por salvajes hordas de orcos, y la clave para derrotarlos radica en que sus destacamentos de arqueras sepan aprovechar en su favor los riscos y coordinarse con los guerreros. Y para eso, deberán usar operadores lógicos en SQL. Sí, has leído bien: 'Arqueras de Nand' es un juego de mesa de ambientación fantástica cuyo fin es enseñarnos cómo funcionan las bases de datos reales.
La femme fatale, esa mujer que atrapa al protagonista con sus encantos, es un clásico de Hollywood, ¿quienes han sido las mejores exponentes de este arquetipo?
En este vídeo os resumo los derechos básicos que tenéis como trabajadores y os doy algunos consejos para hacerlos valer:Contrato de trabajo (tipos y consecuencias que tiene para el trabajador firmar un contrato ilegal): Minutos 0 a 12:58Condiciones de trabajo ilegales y pasos para denunciarlas sin peligro de represalia: Minutos 12:58 a 20:30Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo: Minutos 20:31 a 25:33Acoso laboral: Minutos 25:38 a 28:20Sindicatos: Minutos 28:25 a 30:54Despido: Minutos 31:00 a 37:26Plazos para demandar: Minutos 37:27 a 39:26Grupos patológicos de empresas: Minutos 39:27 a 43:37Extinción indemnizada de la relación laboral: Minutos 43:38 a final.
40 años de Pacman, se dice pronto. Aquel arcade supuso una revolución en los salones recreativos de los años ochenta. Sin tener una recepción prometedora en Japón, consiguió una respuesta explosiva en EEUU y más tarde en todo el mundo. Hoy nos preguntamos cuál es la clave de su éxito, y una de ellas está relacionada con su magnífica IA.
Tenéis el hilo de Twitter aquí, os rogaría que lo retuiteaseis si estáis de acuerdohttps://twitter.com/ravnock/status/1263548846732345344En teoría la denuncia en la web de litigios de la comisión europea está teniendo sus efectos. A lo largo del día he recibido un correo del departamento de Relaciones Ejecutivas. Además la presión de Menéame y Twitter habrá hecho lo suyo, no me cabe duda, porque además recibí otro correo de AmazonHelp.Enlazo aquí la web de ligitios de la CE porque es un mecanismo muy sencillo y aunque en teoría no tienen poder coercitivo ejercen presión sobre las empresas, al menos para escalar un pelín máshttps://ec.europa.eu/consumers/odr/main/index.cfm?event=main.home2.show&lng=ESPor último, la hoja de reclamaciones que se puede presentar en cualquier oficina de correos a través de carta certificada con acuse de recibo o burofax, además del resto de registos de la administración. No enlazo ninguna porque cada CCAA tiene la suya.A continuación pongo las imágenes de los correos de Relaciones Ejecutivas de Amazon:No dice mucho, que lo están investigando, pero me ha dado tiempo durante la tarde de documentarme un poco, revisar los audios y consultar algunas leyes para defenderme de lo que me dijeron los de servicio al cliente. Adjunto mi respuesta, espero que pueda a servir alguien en un futuro:Buenas,Independientemente de las pesquisas que realicen ahora (un mes después), sus teleoperadores me han negado varios derechos reconocidos por la ley y han incurrido en distintas falsedades que paso a comentar una por uno a continuación. Además adjunto los audios como prueba de lo que digo:“Devolvió el producto fuera de garantía”: Solicité la devolución el 17 de abril y lo recogieron el 22 de abril, la garantía acababa dos años después de la entrega. El pedido se hizo el 23 de abril de 2020, así que como muy pronto llegó a mi casa el 24 de abril de 2018.Tal y como dice el En el Real Decreto RDL 1/2007 de 16 de Noviembre, Ley general de Consumidores y usuarios. Artículo 123.1 El vendedor responde de las faltas de conformidad que se manifiesten en un plazo de dos años desde la entrega.Pero es que además con el COVID19 los plazos se han suspendido hasta la finalización del estado de alarma.Y añado aún mas el portátil se estropeó antes, pero me tomé mi tiempo para mejorar un portátil viejo, formatearlo y poder seguir trabajando, por eso compre en Amazon este SSD el mismo día de la avería, 20 de marzo.
Su teleoperador además esgrimió como argumento “un producto con casi dos años de compra no tiene reparación por Amazon, eso lo deberías de saber”. No se qué es peor, el desdén con el que se dirige a mí o la ristra de inexactitudes o directamente falsedades que caben en una frase tan pequeña. Paso a desgranarla:“un producto con casi dos años”En el citado Real Decreto RDL 1/2007 de 16 de Noviembre, Ley general de Consumidores y usuarios dice Artículo 123.1 El vendedor responde de las faltas de conformidad que se manifiesten en un plazo de dos años desde la entrega.Es por lo tanto irrelevante que hayan pasado dos años menos un día o 3 meses. La garantía son dos años y punto.“no tiene reparación por Amazon”Artículo 119 Si el producto no fuera conforme con el contrato, el consumidor y usuario podrá optar entre exigir la reparación o la sustitución del producto, salvo que una de estas dos opciones resulte objetivamente imposible o desproporcionada. Desde el momento en que el consumidor y usuario comunique al vendedor la opción elegida, ambas partes habrán de atenerse a ella.
Quisiera compartir esta experiencia para dar mas difusión a mi problema y para evitarle el susto a algún otro.Todo esto empieza al principio de la pandemia del COVID19, un día abriendo la tapa del portátil la bisagra se rompe. Un portátil de gama media / alta, un MSI Raider de 17 pulgadas i7 7700HQ y con una 1060, en garantía, cuidado con mimo, que apenas se mueve del escritorio, de repente roto. Una inversión de 1350€ para trabajar que de repente se ve comprometida.Busco por internet y compruebo que hay una plaga de ordenadores msi de 17 pulgadas con el mismo problema, pero parece que la garantía lo cubre.El 17 de abril me pongo en contacto con Amazon por teléfono y me comunican que no hacen reparaciones por el tema del COVID19, así que me devuelven el dinero íntegro. Casi no puedo creerlo, pero oye, es Amazon, su servicio al cliente siempre ha sido excelente conmigo, así que pienso: "esta gente en su línea, lo hacen de puta madre, por eso casi todo lo compro por Amazon y nunca he tenido ningún problema."Además Amazon se encarga de darme una etiqueta gratuita de Celéritas, perfecto. Como tengo guardada la caja original con todos los plásticos e incluso la caja de Amazon donde venía el portátil, lo pongo todo en su sitio y espero a que lo recojan .Aquí esta la foto del portátil el día que lo recogieron, con la etiqueta de envío de Amazon junto a él:El día 22 de abril recogen el portátil.El dia 24 de abril llega a su destinoPasa el plazo de 15 días hábiles y no me hacen la devolución. Llamo al servicio al cliente de Amazon y aquí empieza la pesadilla."El portátil recibido está completamente roto y usado estamos esperando a recibir el producto que usted envió"Me dice la operadora: "El portátil recibido está completamente roto y usado estamos esperando a recibir el producto que usted envió". Se suceden los días y sigo llamando para obtener más información, nadie tiene autorización para pasarme con ningún superior con capacidad para darme mas información ni hacer algo más. Además añaden que los teleoperadores no tienen la posibilidad de contactar telefónicamente con ninguno de esos departamentos, cosa que luego se demostrará falsa.Me dicen que aporte fotos del estado del portátil antes del envío y así hago. Mando la foto de arriba y otras tantas en los que se puede comprobar el estado del portátil desde diferentes perspectivas y aparecen todos los datos en la etiqueta de devolución. No las comparto porque aparecen mi dirección teléfono y otros datos personales.El sábado 16 de mayo me dice otro teleoperador que en 48h recibiré una llamada del departamento de "preocupación", un nombre extraño para un departamento, no se si error tipográfico o qué. El 20 de mayo aún no he recibido ninguna llamada, me pongo en contacto de nuevo y me dice el teleoperador: "un segundo que llamo al almacén".¿No decían que no tenían posibilidad de hablar telefónicamente con nadie? Tras una larga espera me dicen que el estado producto recibido no es el de las fotos que yo mandé, que lo que ellos tienen esta completamente roto, no solo la bisagra y que amazon no va a devolver el dinero y da el caso por cerrado, que si quiero puedo hacer una reclamación al centro de litigios de la UE o poner una denuncia. El estado producto recibido no es el de las fotos que usted ha mandado, el producto que tenemos está completamente roto no solo con la bisagra rota, Amazon no va a devolver el dinero y da el caso por cerrado, si quiere puede hacer una reclamación al centro de litigios de la UE o poner una denuncia. Le pregunto como ellos pueden ser juez y parte y sin proporcionar pruebas decir que ha llegado completamente roto mi porátil.Dicen que ellos tienen fotos de como ha llegado el portátil, pero no me quieren proporcionar dichas fotos. Si pongo una denuncia ellos presentaran las fotos como prueba. Además el portátil fue revisado el 27 de abril, 3 días después de llegar a su destino, pero me he enterado semanas después. Me llega un correo confirmando la penosa decisión:
Y así estamos, sin portátil y sin dinero, por una bisagra rota, lo cual era molesto, pero mejor que no tener portátil.No puedo reclamar a la empresa transportista, ya que no tengo ni el producto ni contraté el servicio. Amazon debería reclamar a la empresa de transportes, no se si lo hizo o no, entiendo que no, pero según la ley de transportes si no lo hizo se presume que el artículo llegó correctamente.Si confrontamos mis pruebas con los hechos claramente hay algo que no encaja. Alguien la ha liado en algún momento.He puesto además de la reclamación en la web de litigio de la UE una hoja de reclamaciones, condición previa para poner una demanda en consumo, pero me temo que esta batalla está perdida.No puedo describir la rabia y lo indefenso que me siento ante esta gentuza.Las conclusiones (completamente subjetivas y que entiendo que no compartáis) que saco de todos esto son:
Me considero un recién llegado al mundo laboral español. He pasado la mayor parte de mis diez años como trabajador asalariado en Francia y Alemania. Hace unos meses decidí volver, a Madrid nada menos, y el panorama que me encuentro, aunque esperado, me resulta comparativamente asqueroso. Lo voy a decir todo lo claro que puedo: yo trabajo por dinero. No busco ningún tipo de realización personal. No tengo ningún interés en alargar mi jornada laboral; mucho menos si esas horas no son remuneradas. Si con mi trabajo no se llega a realizar todo el trabajo, no es mi culpa. Mi empleador debe pensar en contratar a más gente. Con esto solucionaría varios problemas: rescata a un desempleado de las listas del paro, me libra de las indeseadas horas extraordinarias y por último, se cumple con todas las tareas del trabajo. Si no le llega el dinero, su negocio no es viable. No es de recibo sacar una empresa adelante a base de robar tiempo a los empleados.Es así de sencillo. Así funciona en los países de nuestro entorno y les va la mar de bien. Pero el padefo español siente los problemas de su jefe como propios y se echa a la espalda la carga adicional con decidida resolución.-En hostelería se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.Vaya, se nos cuela un atrevido padefo. ¿En qué se basa usted para afirmar eso?-Pues hombre, no vas a echar a un cliente del bar.Cientos de veces me han echado a mí en otros países. En quince minutos se cierra, id pensando en acabar. Y punto, nadie rechista. ¿Qué le voy a decir al camarero? "Pues no, ahora te quedas hasta que yo quiera, hijoputa".Sentimos un claro desprecio por el tiempo propio. Llego a ver como muchos amigos presumen de lo mucho que trabajan. Del esfuerzo desmedido que hacen para llevar a los niños a la guardería, ir a trabajar, volver tardísimo y apenas tener tiempo de hacer la cena, atender al hijo y meterse reventado a la cama. Me descorazona ver la vida de mierda que llevan y lo poco conscientes que son.-¡Con mucho tiempo libre, te acabas aburriendo!¡Me ha asustado usted! ¿Qué decía? ¿Que se aburre...? Perdone, ¿pero es usted idiota? ¿No es usted capaz de disfrutar de la vida sin un patrón que le diga lo que hacer? -Pues a mí me gusta mi trabajo.Y me parece fenomenal, oiga. A mí me gustan muchas cosas, y a ninguna le dedico más de 8 horas. Esta corriente es la más peligrosa, pues sugiere que todos los trabajos son susceptibles de ser disfrutables y sólo es cuestión de dar con el tuyo. Por tanto, tiene que haber gente que disfrute doblando el lomo para vendimiar, para limpiar retretes o trabajando en una línea de producción. Si no les gusta, mala suerte, amigos, han elegido mal.Las 8 horas al día se implantaron por ley en Espana en 1919 (aunque con 6 días laborales a la semana) y se defendieron con el planteamiento: 8 horas de trabajo, 8 de ocio y 8 de descanso. Suena bien y en realidad para la época fue un triunfo. Pero que levante la mano quien disfrute de 8 horas de tiempo de ocio. Yo me canso de ver a gente que acaba llegando a casa a las 8 de la tarde. Lo más parecido al ocio es la hora de Netflix después de cenar.-Yo con eso soy feliz.Voy a intentar no insultarle. Veamos..., yo no soy feliz así. No veo a mis amigos entre semana. No puedo dedicar tiempo a mis intereses personales. ¿Por qué iba a serlo?¿No va siendo hora de disponer de nuestro tiempo? ¿De dejar de producir más para pasar a producir mejor? ¿De cubrir sólo aquéllas necesidades que no nos esclavicen? ¿De disfrutar de una vida que merezca tal nombre?Hace tiempo hice un pequeño estudio en el que analicé muy someramente el número de empleados que España dedica a cada sector. Estimé los que harían falta en un escenario de vida más serena. Menos empleados en restaurantes, en industrias de procesados; nadie en casas de apuestas, ni en ETTs o cárnicas... cosas por el estilo. Repartiendo el trabajo sobrante entre toda la población activa, me salía unas 12 horas semanales por persona. Por supuesto que este escenario no es así de sencillo. No tenemos médicos suficientes para cubrir las necesidades, por poner un ejemplo. Pero me sirve como referencia para ver lo lejos que estamos de esa vida serena.Un mundo en el que trabajemos 4 horas al día no sólo es posible, sino que es deseable y necesario. Lamentablemente la idiosincrasia laboral española está muy lejos de este planteamiento y parece que seguiremos décadas en este estilo de vida miserable que nos roba nuestro tiempo a cambio de muy poco.
¿Dónde acaban los técnicos más veteranos de la industria? Los empleados de Google tienen una media de edad de solo 30 años. En Microsoft es de apenas 33. Una multinacional tecnológica con raíces locales como Indra llega a 37. Asumir que -al llegar a una determinada edad- la progresión natural de un profesional es pasar a gestionar el trabajo de otros, solo es posible en un sector que crece con dobles dígitos año tras año y en el que se inyecta continuamente mano de obra joven e inexperta.
Esta versión de La ronda de la noche de Rembrandt la han fotografiada en el Rijksmuseum a hiperresolución, cosiendo minuciosamente todas las fotografías para completar una sola imagen de 44,8 gigapíxeles. Eso sí que es alta resolución.
Nos habéis preguntado si podemos reutilizar una mascarilla si la aislamos durante algunos días tras su uso. Lo ideal, si ésta es de un solo uso, sería no reutilizarla. Aún así, por si necesitaseis hacerlo, os contamos lo que sabemos sobre esta opción.
Alinear un radio enlace de antenas, trata de un tema de vital importancia a la hora de establecer un enlace inalámbrico. Lo que pretendo a continuación es hacer una pequeña introducción a la planificación de los enlaces Punto a Punto, es decir, aquellos enlaces en los que el objetivo es unir dos ubicaciones remotas.
“Es una burbuja urbana surrealista, donde la vida normal se desarrolla a una altura anormal. Para llegar al nivel de la calle, los vecinos bajan con sus autos por una rampa. Una verja alta de metal rodea el perímetro para que nadie se caiga. Si se mira a través de la reja, se pueden ver abajo los monumentos que identifican a la ciudad. Es un lugar alto, sin duda, pero tenemos más espacio y privacidad y es mejor para la familia”.
A muchos quizá os suene el famoso Keukenhof, el jardín de tulipanes más bello del mundo. Cada año es visitado por millones de personas, lo cual es mucho considerando que solo abre en primavera. Cada año, un equipo de jardineros trabaja duro para que el jardín esté mejor que nunca.
Explidación de qué es la representación política, primer requisito para que se instituya una democracia representativa. La democracia representativa se basa en la elección de los representantes de manera uninominal y éstos están sujetos al control y atienden a los intereses de lo ciudadanos del distrito que los elige.
Os cuento mi historia personal. No vais a oír hablar a alguien de lo que le contó el vecino, de lo que le contó el periódico, o de lo que leyó en Menéame. Esta historia es de primera mano.Tuve una relación de unos 8 meses con un hombre. Fue una especie de flechazo, realmente yo pensé por primera vez en mi vida que quería casarme. Descubrí el sexo como nunca lo había sentido hasta ese momento. Fue todo muy intenso y apasionante.Justamente conocí a esta persona en uno de los momentos más bajos de su vida: acababa de morir su padre. A veces estaba triste, cenizo, apagado y desganado. Durante los primeros meses yo intenté sacar esas fuerzas con él. Rascar la superficie y esperar pacientemente que afloraran la pasión y la energía que necesariamente deben seguir al luto si uno no quiere caer en una profunda depresión.Mi espera no dio sus frutos. Me di cuenta de que estaba con una persona deprimida, algo destructiva y, a ratos, bastante desagradable. Finalmente, llegamos a un acuerdo de terminar la relación.A los pocos días, por algún motivo que no recuerdo, estábamos tomando una cerveza juntos. Era un día entre semana por la tarde, en un bar cercano a mi casa. Le comenté que quizás podríamos intentar que lo nuestro funcionase, que yo quería ser su aliada en sus batallas. Se negó, pero no solo se negó, sino que empezó a ponerse evidentemente nervioso. De la nada, empezó a exigir que le devolviese sus cosas que yo tenía en mi piso. Le dije que al día siguiente iría yo misma a dejarle todo a la puerta de su casa. Él no tenía ni coche y pretendía llevarse chorrocientas cosas a peso desde mi casa a la suya. Un sinsentido.Insistía en ir a mi casa hasta que me harté, me levanté y me dirigí a mi portal, a escasos metros del bar. Me siguió. Me quedé con las llaves en la mano, decidida a no abrir hasta que se hubiera marchado. Empezó a salirse de sus casillas, gritando en medio de la calle y montando una escena de la que yo no era de ninguna manera partícipe. Entonces me alejé del portal en dirección a casa de mi madre. Yo no iba a abrir la puerta de mi casa con él en ese estado de enajenación. Entonces fue cuando, mientras me alejaba, me dijo: “No importa, porque yo también tengo llaves”.Pasé de tener miedo a sentirme muy fuerte. Me fui hacia él, abrí la puerta del portal, subí las escaleras con él detrás de mí, abrí la puerta de mi casa y ambos entramos. En cuanto pasamos la puerta me giré y le vi llorando. Ahora se sentía apenado pero yo ya no tenía un gramo de compasión en mi cuerpo.Recogí todas sus cosas y, a medida que iba llenando bolsas, las iba sacando al descansillo. Lo tenía muy claro: o se las llevaba o me importaba tres pimientos qué ocurriera con ellas.Se fue de ahí llorando y cargado como un sherpa. No sin antes devolverme las llaves.Me di cuenta ese día de que la persona con la que había estado era capaz de cosas que yo nunca hubiera imagino, y de ponerme en situaciones de las que yo había huido toda mi vida.A partir de entonces empezó una odisea por capítulos que duraría más de un año.Cuando coincidíamos en algún lugar, cosa nada compleja viviendo en una ciudad pequeña, se empeñaba en hablar conmigo, en seguirme, en darme pena. Me escribía a diario, pidiéndome perdón, con parrafadas que sinceramente al final ni me leía. Mis únicas respuestas eran: no me escribas más.Su modus operandi empezó a convertirse en lo que yo denominaría después la muerte y resurrección. Esto era: me escribía/llamaba (sin éxito)/enviaba audios fustigándose por todo (algunas veces borracho) y, al no recibir respuesta por mi parte, al cabo de unos días me volvía a contactar esta vez para insultarme. No solo insultos zafios, como puta, sino también cosas muy elaboradas. Cosas muy personales. Me consta que tampoco perdía oportunidad en los bares de embestir contra amigos míos para contarles las penurias de su existencia, penurias en las que yo siempre aparecía como la puta que era. Me quería convencer de que todos estaban en mi contra y sabían la verdad.Mis amigos, gracias a dios, lo veían con pena y su estado de embriaguez normalmente le hacía perder la poca credibilidad que tenían sus relatos. Debo decir que yo me desahogaba con una amiga o dos, pero nadie más conocía lo que yo estaba viviendo.Un día me escribió diciendo algo que, lamentablemente, es un clásico del ex desesperado: “la vida es una mierda, blablá, no quiero vivir más, blablá, adiós mundo cruel”. Escribí a su mejor amigo para que, si le interesaba el tema, fuera a su casa. Pero no había nadie debido a que, sorpresa, este individuo estaba tranquilamente trabajando en una oficina de 3 trabajadores donde, de haberse colgado de una viga, hubiera llamado un poco la atención.Cuanto más le ignoraba, más escalaban sus reacciones. Hasta que un día me envió un audio de 8 minutos que escuché mientras me fumaba un porro, para compensar el mal rato. Ahí fue cuando cometí un grave error, porque todavía le subestimaba: decidí llamarlo.Quería acabar con el tema e intentar hablar como personas civilizadas. Le expliqué que no podía seguir así la situación, que quizás en un futuro pudiéramos hablar (no era en absoluto mi intención, pero quizás era un caramelo que le calmara, ¡qué ingenua era!) y que iba a bloquearle por el bien de los dos. Se despidió de mí dócilmente, con signos de haber llorado y haber bebido (imagino en qué orden). Esa noche le bloqueé de whatsapp, pero en medio de la noche mi móvil no paraba de sonar con sms en los que en una línea me llamaba zorra para en la siguiente llamarme frígida. En uno de ellos amenazaba con escupirme por la calle si me veía.Al día siguiente, después de haber tenido que dormir con el móvil en modo avión, bloqueé su teléfono y su Facebook. Pensaba que no le quedarían más medios por los que comunicarse. Pero en realidad solo logré agudizar su ingenio. A partir de ahí se dedicó a comentar públicamente imágenes en las que yo aparecía en las redes sociales. Comentarios que me llegaban en forma de pantallazos que me enviaban mis amigos.Finalmente, un día decidió comentar en una página de un proyecto personal que estaba llevando a cabo con una compañera. Y hasta ahí habíamos llegado. Un año después de empezar a recibir insultos y amenazas y de haber hecho lo que consideraba correcto por mi parte, sentí que necesitaba ayuda o eso no iba a parar. Cada borrachera, cada día malo, cada fracaso, le iba a llevar a desquitarse conmigo: la causa de todos sus males.Fui a la policía, sin saber muy bien qué iba a decir. Cuando llegué me preguntaron el motivo de mi visita, les conté brevemente lo que me estaba pasando. Me preguntaron: “¿Esta persona, ¿es su pareja o expareja?”. “Sí”, le respondí. “Pues espere aquí que bajará alguien a buscarla”. Al cabo de unos minutos apareció un chico joven que me subió a su destartalado despacho. Me pidió que le contara la historia y se la conté, a ratos indignada y a ratos riendo: me parecía ridícula la situación a todas luces.Le enseñé los mensajes y me dijo: “Debemos hacer un parte y seguramente el juez quiera solicitar una orden de alejamiento”. Firmé el parte y, al poco tiempo, me llamó un funcionario del juzgado para citarme a declarar. Justo quería que fuera a declarar un día que yo estaba fuera de isla, eran mis vacaciones. El funcionario, y no me olvidaré nunca, me dijo: “¿Y a usted le parece normal irse de vacaciones después de haber puesto una denuncia?”.Ese es el trato exquisito que tuve en el juzgado de violencia doméstica, de género, superfragilística o como se llame.Tras camelarme a ese buen funcionario, me concedió hablar con el juez para posponer la declaración, por su gracia y obra.Fui a declarar ante el juez, una secretaria judicial (creo que así se llaman) y el fiscal. Me hicieron varias preguntas relativas a los hechos, y algunas más subjetivas por parte del fiscal, de las que recuerdo especialmente una: “¿Por qué crees que este chico te está haciendo esto?”En ese momento le hubiera respondido que mejor preguntárselo a él. No conocía, y no conozco a día de hoy, motivo alguno para acosar de esa manera a alguien. Sin embargo, no quería vacilarle al fiscal y le dije mi opinión: intentaba llamar mi atención a toda costa. Y eso era lo que me preocupaba: ahora que no podía llamarme ni escribirme, sentía que en cualquier momento lo tendría en la puerta de mi casa o de mi trabajo.También me preguntaron si temía por mi seguridad, les dije que no. No temía por mi seguridad porque no le veía capaz de nada en el cara a cara. Mi imagen de él es la del chico llorando y cargado como un sherpa.En cuanto a las pruebas, los mensajes, había que hacerlos constar oficialmente y, para ello, había que hablar con una señora cuya oficina estaba a escasos metros de la mesa donde me tomaban la declaración. Al hablar con ella quedé estupefacta del siglo en el que vivimos judicialmente. “Las capturas de pantalla no son pruebas”. Me vi en la situación de explicarle que cuando uno bloquea a alguien en FB deja de poder ver sus mensajes en la red. Y lo único que te queda son los pantallazos que continuamente me llagaban de amigos a mi móvil (mira tu ex lo que ha vuelto a decir…).Finalmente se adjuntaron mis sms y mis whatsapp, pero no mis pantallazos. En fin, con eso era más que suficiente.El juez, con todo eso, me dijo muy magnánimo que deseaba hablar con la otra parte (el demandado) antes de pedir la orden. No pude estar más de acuerdo, en realidad eso era lo único que yo quería, que alguien le explicase claro y conciso que eso que él estaba haciendo no se podía hacer. Y punto. No quería nada más.Le di todos los datos que conocía de él: número de teléfono, DNI (lo tenía de algunos viajes que habíamos hecho juntos), domicilio y dirección y teléfono de donde trabajaba.Los días siguientes fueron muy angustiosos.Hay algo que creo que a mucha gente se le escapa: me llevó meses ir a la policía porque cuando lo haces tienes la posibilidad de que la situación, en lugar de mejorar, empeore. Y te asaltan muchas dudas, muchos escenarios hipotéticos. No me quiero imaginar cómo será para una persona que teme por su vida.Al cabo de un tiempo me contactaron para decirme que no encontraban el susodicho, pregunté y resulta que lo estaban buscando en una vivienda en la que hacía años que no vivía ni él ni nadie. Les insistí en los datos que yo misma les había proporcionado. Su teléfono, su dirección, su trabajo. A todo esto me habían proporcionado un abogado de oficio que, a partir del tercer email, dejó de responderme.Periódicamente me llamaba un policía, cada día uno diferente, para preguntarme cómo estaba la situación y si había empeorado en algún sentido, además de informarme de que no habían sido capaces de encontrar al demandado. La realidad es que, desde el día que puse la denuncia, este chico nunca más volvió a contactar conmigo. Cuanto más tiempo pasaba, más dudas tenía de si quitar la denuncia, si iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Pero decidí firmemente no quitarla, y a día de hoy, si no está archivada, ahí sigue.Hace un año y medio desde que la puse. Me encuentro a esta persona por la calle entre una vez al mes y una vez a la semana. Todos sabemos dónde trabaja, dónde vive, por dónde se mueve. Pero la policía no ha conseguido encontrarle.He vivido numerosas situaciones en las que he tenido que irme de donde estuviera, por muy bien que me lo estuviera pasando, por estar esta persona en el mismo recinto (y verle las intenciones de liarla). Este verano pasado se me sentó a mi lado dispuesto a hablar conmigo con una amplia sonrisa en su cara. En cuanto lo vi salté como un resorte y me tuve que ir de un evento por el que había pagado 30€ de entrada.Yo no sé si esto lo va a leer alguien, sí sé que hay muchas posibilidades de que la persona que lo lea se sienta identificada con la historia. He conocido muchos casos parecidos, de personas de toda índole y edad.Desde luego habrá casos más o menos graves. Pero un año de acoso con amenazas explícitas, con humillaciones públicas y chantajes me parece grave. Y que un procedimiento no se pueda llegar a cerrar nunca porque la policía no da con un ciudadano para llevarlo ante un juez a declarar me parece grave.Mi deseo es que no se banalice más el tema de las denuncias, que no se repitan mantras alejados de la realidad, como que una mujer denuncia amenazas que se inventa sin pruebas y tú, automáticamente, pasas la noche en el calabozo, como mínimo. Porque no es la realidad. Critiquemos las leyes con solidaridad hacia las víctimas. Las víctimas no tienen culpa de las leyes que se promulgan y, muchas veces, esas leyes tampoco están dotadas de herramientas para llevarse a cabo.
La crisis por el coronavirus nos ha afectado a todos, pero siempre hay personas que sufren más que otras. Por ello, desde que se decretara el estado de alarma son muchas las ayudas que tanto el Gobierno como las Comunidades autónomas han puesto en marcha para ayudar tanto a ciudadanos como empresas afectadas. En subsidioscovid19.es se han dedicado a recoger todas esas ayudas aprobadas para personas físicas, autónomos y Pymes para simplificar un poco el proceso de la búsqueda de todas las prestaciones a las que se puede acceder. La web te guía