benipla

No les hicieron nada porque no gritaban con camisetas amarillas.

benipla

Cómo están los de Movistar con la austeridad. Ya no gastan ni en comerciales.

benipla

Master del Universo del troleo.

Le falta comprarse un perro y llamarlo Greyskull.

Angelardo

#15 te entro yo, era un gato y se llamaba Battlecat

Greyskull era el reino de He-man

benipla

Desde que el Papa aseguró que el infierno no existe, muchos católicos han perdido el miedo a irse al otro barrio.

D

#6 El cielo tampoco existe.

El cielo y el infierno solo existen en el mundo real, en la vida real; las recompensas y castigos a nuestras acciones ocurren en el mundo real, porque las buenas acciones hacen este mundo mejor, y las malas acciones hacen este mundo peor.

Si realmente, en el fondo, creyéramos que las recompensas y cielos a las buenas acciones y los castigos e infiernos a las malas acciones no existen en el mundo real sino en un más allá, entonces no importaría si estableciéramos que el cielo se alcanza matando gente, robando, etc, y el infierno se alcanza ayudando a los demás, siendo tolerantes, siendo honrados, etc, y en definitiva no tendríamos ninguna buena razón o criterio en este mundo para definir qué acciones te llevan al cielo y qué acciones te llevan al infierno. Un cielo o un infierno inventados como cosas en un más allá serían simplemente instrumentos para manipular a la gente y hacerla actuar según se desee e interese en este mundo, sobre ninguna objetividad ni compromiso morales o éticos.

En cambio, si se sostiene que el cielo y el infierno religiosos se fundamentan en valores éticos reales relativos al mundo en que vivimos, entonces el cielo y el infierno religiosos se vuelven completamente innecesarios, porque las recompensas y castigos a nuestras acciones habrán sido trasladados al mundo real en que vivimos.

El cielo es solo un mundo real mejor, conseguido mediante las adecuadas acciones, las acciones mejores. El infierno es solo un mundo real peor, conseguido mediante las acciones peores. Solo el mundo real existe. Y negarlo es una mala acción.