Estoy prácticamente de acuerdo con todo lo que dice. Es un problema que va a más, y nadie parece querer hacer nada por revertirlo.
Dicho esto, me ha "gustado" el primer comentario que aparece en el enlace:
"Quejarse por tener que hacer 5 horas extras semanales mientras en el mercado privado lo normal es trabajar entre 10 y 12 horas diarías suena totalmente rídiculo. "
Esto explica en gran parte por qué estamos donde estamos. Siempre habrá alguien peor para criticar tus quejas. Cuando pases hambre, sonarán ridículas las quejas porque ahí tenemos los niños del tercer mundo, o las víctimas de la guerra de turno.
La profesora denuncia cómo se ridiculizan la buena educación y el esfuerzo. Y el primer comentario ridiculiza que se proteste contra lo que es injusto. Lo injusto es injusto en la medida que sea. Y si vamos aceptando pequeñas injusticias porque alguien sufre una injusticia mayor, estamos aceptando la injustica en sí.
En fin. Así nos va.
Pues parte del problema esta en la transmision intergeneracional de la riqueza, que retroalimenta el problema....
Hay que limitar ésta y aprovecharlo para aumentar la igualdad de oportunidades.