cazajuegos

Si mi hijo quiere una tarta de Peppa Pig y no es el momento ni la ocasión para comprarla, suele pasar que:
- Estamos yendo a comprar a deshoras cuando el niño no ha tenido un buen día.-> Mal por mi parte, podría comprar otro día.
- El niño no ha comido/merendado lo suficiente y tiene hambre. -> Se puede ofrecer otro artículo.
- El niño ha comprobado que he metido en el carro varias cosas que solamente me gustan a mí y lo percibe como algo injusto.-> Esto, normalmente, el niño no lo va a saber explicar, pero sucede.
- La tarta le parece especialmente bonita. -> Con una foto se suele contentar, no hace falta comprarla.
- En algún otro momento de mi existencia, le he prometido una tarta similar.-> Hay que concretar más por mi parte.
- Recientemente ha sido el cumpleaños de su personaje de animación favorito y desea mimetizarse con él. -> Seguramente nunca lo llegarás a saber, pero sucede.

Las motivaciones de los niños abarcan desde lo más simple (hambre) hasta lo más complejo y no siempre son capaces de expresarlas. Requiere un gran esfuerzo por parte de los adultos llegar a comprenderlas. Cuanto más tiempo paséis con vuestro hijo, menos difícil os resultará (entre otras cosas porque serán capaces de expresarse mejor).

D

#77 Solucion: no lleves al niño contigo a hacer la compra.

F

#89 Y especialmente en tiempos de pandemia. Aún hoy en día hay familias que van al supermercado a echar la tarde.

cazajuegos

#89 Era por seguir con el ejemplo que propone la autora del artículo, se puede aplicar a otras situaciones cotidianas con niños.