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#1 Oye, que los que coleccionamos sellos ni mordemos ni picamos, ¿eh?

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Sobre lo de poner un sello con la efigie de la reina al revés, me acuerdo ahora del relato de un represaliado republicano que al salir de un campo de concentración contempló como en su casa alguien pegaba un sello de Franco en una carta, boca abajo, y tal era el temor del hombre que cogió la carta y la destruyó, pensando que de haber depositado la carta en un buzón quizás se derivarían consecuencias nefastas para él y su familia.