No es por nada, pero si nadie sale en los papeles diciendo que ha visto las perseidas es porque no interesa. En noches más favorables que las de la campaña 2006, cientos de expertos o simples aficionados habrán podido observar fácilmente miles de ellos a simple vista. Cuando se mira al cielo, sólo hay que tener paciencia y no dejarse llevar por titulares sensacionalistas.
Los cachalotes comen calamares gigantes. Y, como contrapunto: el tiburón ballena (el pez más grande de los océanos) sólo engulle plancton.