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sabemos 'tela-marinera' de ordenadores, esmartfones, pedeas, portatiles, emepetreses, gepe-eses, camaras fotograficas digitales, ese-erre-eses, de video, blue-raises, achede-emeises, jaidefinichion, pulgadas de efete-eses por un tubo, megamandos, superconsolas, etc...

y... luego, con un cacharro con unos pocos botones (la lavadora o la nevera), no entendemos porqué misteriosa circunstancia, no se sabe por donde meterle mano, vamos, 'pa' mear y no echar gota.

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Mientras haya, "bushes", "binladens", "aznaritos" y "blaires" por esos lares, el demonio tiene garantizada la batalla y dios seguirá siendo un pelele de tres al cuarto.

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Sirva desde aquí, expresar mi humilde aportación a este tema:
No dar el caudal por el que se paga, creo que hasta en la Isla de Alcatraz, se le llama de la misma manera: ESTAFA.

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Una cosa es que guste o no guste a algun@s el cotilleo que se traen entre micrófonos y cámaras los telecharlatanes con sus telesirvientes.
Y otra muy diferente saber que un telecharlatan ha sido condenado por abusar de su telepoder.
Lo primero no me interesa, lo segundo me alegra.

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supongo que cuando la cultura y sapiencia popular se encuentre en un nivel medio-alto y de un modo generalizado para la mayoría, esta misma pregunta se la formularán a menudo unos cuantos millones de españoles, y entonces se estará en condiciones favorables para afrontar sin traumas, la conversión del metal de la corona en una preciosa cuchara.