#4 Yo creo que una solución al problema de la sobre titulación de algunas carreras pudiera ser que hubiera una especie de indicadores donde se pudiera ver el número de vacantes públicas ofertadas por años para puestos de perfil universitario como magisterio.
Adicionalmente, se podría ajustar la oferta pública subvencionada de plazas universitarias a dichos baremos o indicadores de necesidad de plazas (con un poco de tolerancia)
Para acceder a las plazas subvencionadas se podría hacer por excelencia en expediente académicos y una vez cubiertas las plazas subvencionadas, de ahí en adelante, quien desee estudiar esa carrera ya saturada y no le alcanzó la nota para entrar en la universidad subvencionada debiera ir a la privada o buscar otra ocupación.
Seguramente, la enorme endogamia universitaria que a sabiendas que no va a poder dar salida laboral a tanta nueva hornada de alumnos mira a otro lado y sigue con la actividad docente para proteger su chiringuito, pondría el grito en el cielo.
A la larga tendríamos un país mucho más equilibrado y con menos despilfarros
#1 Aquí lo que hay es una sobre dimensión tremenda de titulados en magisterio, que además no contamos pero debemos contar a educadores sociales y pedagogos que pueden optar casi a los mismos puestos laborales. Sin contar que magisterio no es que tenga muchas salidas. El objetivo siempre es opositar para ser profesor, pero oposita mucha gente para pocas plazas. Entonces se pueden pasar años haciendo pequeñas sustituciones o directamente trabajando en otros sectores porque no apruebas a la primera. Y un docente en España no es trabajo precario, si contamos sueldo, vacaciones, horas reales trabajadas...