Vine aquí en busca de más relatos, pero me he encontrado con esto, me ha dado que pensar la verdad...
La imaginación como arma de infinitas posibilidades no es una utopía. Hay personas que gozan de ella como si estuviesen sumergidos en una realidad que se ve patidifusa por los acontecimientos que ellos mismos van amañando, no tanto para engañar a los demás como a ellos mismos.
La imaginación como arma de infinitas posibilidades no es una utopía. Hay personas que gozan de ella como si estuviesen sumergidos en una realidad que se ve patidifusa por los acontecimientos que ellos mismos van amañando, no tanto para engañar a los demás como a ellos mismos.
"...los graciosillos de turno que el día que se repartieron corazones seguramente estaban en un puticlub engañando a sus esposas con amor de pago..."
Opinión en 20minutos.es - El medio social - Columnistas, blogs, cartas de los lectores y viñetas
Lo que vais a leer a continuación es fruto de un “experimento” literario. Agradecerle a la La Rubia de la Bici por haber confiado en mí para este proyecto al que, por culpa de una inexorable falta de tiempo, no he podido atender como mereciera. Los primero capítulos de este relato conjunto, están en Confesiones de un Frantasma, y justo debajo de su recuadro de seguidores tiene un índice de los siguientes capítulos.
Facebook y Twitter, sin duda las dos redes sociales más populares y exitosas hasta el momento, ofrecen una buena vía para tomar el pulso a la opinión pública global y conocer los temas en los que pone su incesante atención
VÍCTOR A. GÓMEZ Hace unos años, el madrileño afincado en Calahonda Carlos Sisí colgó en la Red los primeros capítulos de una obra sobre zombis ambientada en la luminosa Costa del Sol. El boca-oreja convirtió aquella historia repleta de acción e intriga en un éxito primero en internet y, después, en el papel: hace pocos meses, Sisí culminó su trilogía de los no muertos publicando en la prestigiosa Minotauro.
Iluso todo aquél que piensa que, con un puñadito de letras juntas, puede cambiar el mundo, ¿o no? Porque todo lo que somos no lo hemos hecho nosotros, siempre, en algún momento de nuestras vidas, ha habido alguien que nos ha influenciado y nos ha hecho cambiar el rumbo. Creo que, llegados a este punto en el que estoy convencido de que nadie se libra, es el momento de decir: Sí, se puede lograr.
Corre el año 1750. A bordo del jabeque Gitano, comandado por Don Antonio Barceló, llega a Barcelona un joven guardiamarina gallego de ascendencia holandesa, Juan Hunn. En la ciudad condal Barceló le indica que su misión va a ser civil por una temporada, y le pone en contacto con el Comisario de Marina, Tenorio, que le explica los detalles.
Año 2011… En la habitación se podía cortar el hedor a muerte. Todo era oscuridad, a excepción de un haz de luz que provenía de un flexo maltrecho que pendía de la pared, encima de la cama. Francisco se encontraba ante la última página de su novela favorita, la cual comenzó a leer hace cincuenta años. Cerró los ojos y empezó a valorar si todo el sufrimiento había valido la pena…
–Son sólo mis padres, no te lo tomes a mal – intentó Svetlana suavizar el comentario que sus progenitores habían hecho con respecto al fin de semana que habían pasado juntos en la dacha ubicada en la reserva natural Beskydy. –Comprende que nunca se imaginaron que yo terminaría siendo la compañera de vida de un extranjero de color; aún les cuesta asumir que ustedes son personas normales y no delincuentes.
Bienvenido Intrépido Internauta! Acabas de arribar al blog del escritor Carlos Enrique Cabrera. Espero que la navegación a través del mismo te resulte en extremo fructífera y estimulante.
Vine aquí en busca de más relatos, pero me he encontrado con esto, me ha dado que pensar la verdad...
Los problemas deben agonizar en nuestra mente sin extinguirse, para dejar tras de sí, la huella de la experiencia.
La única manera de firmar un armisticio con uno mismo es acordarse de los recuerdos a olvidar.
ya era hora, así igual, hasta los pijos del medicamento, no abusan tanto
Gracias por el consejor, se puede rectificar?
Será cachondeo lo de que alguien está equivocado, ¿no?
Un relato que me ha conmovido, lo he tenido que leer dos veces, demasiado real.
Pero son divertidos, está claro que no van a llevar a ninguna parte, pero para los autores que han colaborado es una nueva forma de hacer las cosas, de practicar y mejorar un poco.