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Otro artículo de eldiario.es que es una mierda. Lo argumento: usa la ironía de forma burda y torpe, tanto que ni siquiera es imputable.

inerte

#165 Menos mal que viniste vos a darnos una clase magistral de ironía.

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#1 Ahora sólo falta que lo descubran los legisladores. ¡Solo el hombre es capaz de la barbarie de la violencia! (léase con sarcasmo.)

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¿No notáis algo raro en la noticia?¿La omisión de la edad del menos, por ejemplo? Es muy muy muy raro que se omita ese dato, no es rick...

SpanishPrime

#19 #26 #28 #33 Totalmente de acuerdo.

En la noticia dice que es un "colegio público infantil". Siendo así, el niño tendría 6 años como máximo.

Edito: La acusada trabajaba vigilando y cuidando a los niños más pequeños durante la comida y el recreo pero empezó a entablar contacto con un grupo de menores de cursos superiores, teniendo una relación cercana con regalos con un grupo de ellos.

Arke

#28 #30 #26 De la noticia: "los hechos, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid a la que ha tenido acceso la Cadena SER, ocurrieron en un colegio público de educación infantil y primaria de la Comunidad de Madrid hace cuatro años"

Siendo infantil/primaria, como máximo tendría 12 años, a menos que fuese un megarrepetidor.

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Es cierto, las noticias falsas funcionan como la propaganda nazi. Lo estamos sufriendo hoy, en poco más de una década de propaganda pseudo-feminista (que no feminista) se ha criminalizando al hombre, y como consecuencia de esta propaganda, fuertemente soportada por toneladas de fake news (ayer mismo con lo de Motril -pocos medios y ninguna persona se retracta-) se han instaurado leyes aberrantes que, vistas dentro de 40 años con perspectiva histórica, les revolverán las tripas. La sociedad no será capaz de comprender cómo de la noche a la mañana se eliminaron de las estadísticas nacionales los datos referentes a delitos efectuados por hombres y mujeres, pero sólo aquellos que podían deslegitimizar una ideología (hace ya más de 10 años que ya no se registran esos datos). No comprenderán que viésemos de brazos cruzados cómo a un sector de la población se le retiraba la presunción de inocencia y se le aplicaban castigos de cárcel por la simple acusación de palabra -"yo si te creo"-. Cómo un sector privilegiado de la sociedad era automáticamente tomado como honesta y portadora de la verdad, incapaz de mentir con fines espúreos, mientras que al otro sector de la sociedad se le aplicaban penas diferentes por el mismo delito. Dentro de 40 años verán atónitos documentales que muestren cómo, en entrevistas de la época, la gente de a pié justificaba esta división de las penas, castigos de cárcel e indultos en función de sus genitales, algo que obviamente aquellos pobres desgraciados no podían elegir, y se veían condenados a sufrir penas mayores y encarcelamientos preventivos por algo que escapaba de su capacidad de acción y elección: haber nacido hombre. La propaganda puede instaurar estados aberrantes en sociedades aparentemente normales, y sólo la perspectiva histórica y algunas voces críticas son capaces de ver entre tanta basura propagandística.

Disculpad, que no iba de esto, que hemos venido a hablar de los fachas. Ah, si, disculpad: ¡Abajo las fake news! ¡Fuera, fuera! ¡Que viene el nazismo!

Nota 1: Penadme o lo que os plazca, pero por favor analizad el texto porque no hay ningún odio ni nada similar, sino un análisis crítico del contexto social en un envase adornado. Sé que si no es explícito no os enteráis, así que ale, a dar caña.
Nota 2. Os la va a sudar y me vais a reventar a strikes por ejercer libertad de expresión, allá vosotros con vuestras conciencias.